La embajada de China en Argentina emitió un comunicado en el que defendió la presencia de la base instalada en Neuquén, que se convirtió nuevamente en materia de debate durante los últimos días a partir de la presencia en el país de la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, que viajó hasta Tierra del Fuego junto al presidente Javier Milei para anunciar la construcción de una base naval integrada que se utilizará para conectar con la Antártida.
Días antes de ese anuncio, el embajador de Estados Unidos Marc Stanley, había cuestionado ''que Argentina permita que las Fuerzas Armadas de China operen en Neuquén''. En ese marco, la oficina diplomática que responde al gobierno de Beijing compartió un comunicado en la red social X.
"La instalación, establecida como parte de la cooperación tecnológica espacial entre China y Argentina, permite a científicos de ambos países realizar investigaciones científicas y ofrece servicios de medición y control para proyectos aeroespaciales chinos. Además, en colaboración con la Comisión Nacional de Actividades Especiales (Conae), la base contribuye a la exploración espacial en conjunto con otros países y empresas internacionales", dice el texto.
A su vez, desde la embajada sostuvieron que la base tiene un propósito "exclusivamente civil y opera bajo un modelo abierto y transparente".
"En 2019, la cancillería argentina y Conae coordinaron una visita de delegación de representantes diplomáticos, incluyendo de Estados Unidos, a la estación", agregaron. Ese mismo año se hizo un documental sobre la estación chino-argentina, que se encuentra abierto al público.
El Gobierno investigará la base china en Neuquén
El ejecutivo nacional confirmó el viernes que tiene la intención de inspeccionar la labor en las instalaciones de la base espacial China, que depende de las Fuerzas Armadas de ese país.
La base, oficialmente conocida como "Estación de Espacio Profundo de la China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC)", se encuentra en las proximidades de Bajada del Agrio y alberga antenas de radio de gran tamaño utilizadas para misiones interplanetarias y observaciones de radioastronomía.
Hasta la fecha, distintos ministros, embajadores y científicos de la Comisión Nacional de Actividades Especiales (Conae) y del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) "no encontraron ningún militar chino o actividades con fines militares" dentro de las instalaciones.
Según le revelaron al diario Clarín científicos y funcionarios argentinos que participaron del proyecto, el personal chino de la estación está compuesto por cinco científicos, un electricista y un cocinero.
''Es muy lenta para guiar o seguir misiles. Está preparada para seguir satélites o naves espaciales'', afirmaron en alusión a la antena de comunicaciones 35 metros de diámetro que se encuentra en la base.
''Tampoco puede hacer espionaje sobre el territorio norteamericano por la curvatura de la tierra'', aseguraron. La seguridad del predio está a cargo de la Policía de Neuquén y, hace unos años atrás, de una empresa privada, pero ''nunca de soldados chinos".
El acuerdo para su instalación se firmó durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, en 2012, y se otorgó por 50 años la potestad de esas 200 hectáreas a una empresa que responde al ejército del gigante asiático. El acuerdo pasó por el Congreso y fue aprobado por la mayoría de los legisladores.