El empleo informal creció en el segundo trimestre del año y alcanzó al 36,4% de los trabajadores asalariados en relación de dependencia, lo que se traduce en que 4 de cada 10 no están registrados, según señala un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA) difundido este martes.

El dato surge del informe "Panorama del empleo asalariado informal y la pobreza laboral", coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria y elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), perteneciente al Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

El documento demuestra un crecimiento de casi un punto porcentual en la informalidad con respecto al primer trimestre del 2024, por lo que la tasa de informalidad se ubicó en un valor equiparable al registrado en el segundo trimestre de 2008 y 2010. Desde ese año hasta la irrupción de la pandemia a comienzos de 2020, la tasa de informalidad se mantuvo en valores que oscilaron entre 32% y 35,7%.

Evolución trimestral de la tasa de informalidad sobre el total de asalariados.

El impacto de la informalidad se reflejó también en la brecha salarial con los trabajadores formales y el avance de la pobreza, lo que queda plasmado en los datos que señalan que el 70% de los asalariados informales viven en hogares pobres, mientras que en los registrados ese número es del 30%.

"Cuando se hace la comparación entre el salario mensual y el valor de la canasta de bienes y servicios básicos (línea de pobreza individual) también se observa una gran discrepancia entre ambos grupos de trabajadores. Mientras que el 58% de los asalariados informales recibe un salario mensual inferior al valor de esta canasta, ello sucede en el 9% de los asalariados formales", destacó el documento.

Tasas de informalidad según género y edad


 

El estudio subrayó también que la incidencia de la informalidad laboral asalariada es disímil según el género: mientras que la tasa se ubicó en el 34,2% entre los hombres, en las mujeres esa cifra ascendió al 37,2%.

Sin embargo, "dada la mayor proporción  de hombres en el total del empleo asalariado (54%), éstos dan cuenta del 52% de la informalidad asalariada total", aclararon desde el IIEP.

Incidencia de la informalidad según género.

A su vez, los jóvenes experimentaron una tasa de informalidad más elevada que otros grupos etarios. En el primer trimestre del año representaban casi el 58%, 23 puntos por encima de la tasa global. Es decir que 6 de cada 10 jóvenes trabajadores en relación de dependencia no están cubiertos por la normativa laboral y la seguridad social.

En contrapartida, los asalariados de entre 45 y 64 años son quienes representaron la menor tasa de empleo informal (26,4%).

Incidencia de la informalidad diferenciada por tramos de edad.

"Cuando se combinan ambos atributos se observa que son las mujeres jóvenes quienes exhiben la tasa de informalidad promedio más elevada, cercana al 60%", agregó el documento de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Informalidad por región y rubro


 

Las regiones noroeste y nordeste son las que exhibieron mayor incidencia de este fenómeno, con tasas cercanas al 44%, 8 puntos porcentuales más elevada que el promedio.

"Las tasas de informalidad también difieren significativamente según la rama de actividad. En un extremo se ubican el sector público (que incluye tanto la administración pública como los servicios de educación y salud públicos) y los servicios financieros, con una incidencia de la informalidad de 9,4% y 24,5%, respectivamente", remarcó el informe.

"En el otro extremo se ubican la construcción (70%) y el servicio doméstico (76%)", concluyó.