El imponente castillo de Zvikoc en la República Checa esconde un oscuro secreto: se dice que cualquier turista que pase la noche allí morirá dentro de un año a manos de un diablillo asesino.
El castillo de Zvikoc es una imponente almena del siglo XIII ubicada en el corazón del país, entre los dos grandes ríos Vltava y Otava.
Es increíble de ver, pero los turistas deben tener cuidado donde pisan para no chocar con uno de los antiguos y más terribles residentes del castillo. Se dice que el castillo está embrujado por una dama vestida de blanco que vuela a través de las paredes en la oscuridad de la noche llorando horrendamente.
Debajo de la cubierta, en las húmedas catacumbas del castillo, se dice que diabólicos sabuesos deambulan y mordisquean los talones de algunos turistas que han atestiguado haberlos escuchado aullar por la noche.
A esto se le suma un fantasma que acecha el castillo: un diablillo demoníaco. El espectro, conocido como Zvíkovský Rarášek, es una aparición que es un lugar común en la superstición checa y son malvados hasta la médula.
El diablillo fue visto en el castillo durante cientos de años, principalmente en las dos torres que flanquean la enorme fortaleza. La más antigua de estas torres, la Torre Negra, es el lugar favorito del diablillo en el castillo y se considera mala suerte entrar en él.
La superstición dicta que cualquiera que suba a la Torre Negra o pase solo una noche en el castillo encontrará un final terrible por una enfermedad dentro de un año, causada por el mismo diablillo, según publicó Daily Star.