Evgeny es un padre que debió criar en soledad a su hijo con síndrome de Down. Todo comenzó cuando los jóvenes papás esperaban con mucha ilusión a su hijo Misha, pero cuando nació y les comunicaron sobre la enfermedad que tenía, la mamá no logró aceptar la realidad que les tocaba vivir y lo abandonó.
Fue así que tuvo la intención de entregarlo a un instituto especializado en discapacidad. Ella no se sentía segura de poder desempeñar su rol de madre.
Pero Evgeny veía las cosas de otra manera, y aunque esto le costó su matrimonio, decidió separarse de su esposa y criar él solo a su hijo. Además, de recién nacido tuvo que enfrentarse a una neumonía.
Afortunadamente, los médicos lograron salvarle la vida y hoy transitan juntos este reto. La rutina de Misha se basa sobre todo en el juego y el desarrollo físico: masajes, lecciones de natación, y todo lo relacionado al desarrollo muscular, que las personas con Síndrome de Down es generalmente muy bajo.
Además del deporte, papá Evgeny cree fuertemente en la capacidad intelectual del pequeño Misha y trabaja incansablemente para promover actividades de lectura y de juego "inteligente", en modo de potencializar su lenguaje. Por suerte, en este difícil y hermoso camino de vida, Evgeny puede contar con la ayuda de su madre, que se volvió un sólido apoyo para la familia.