León tenía tres años y medio cuando su mamá Noelía se puso en contacto con este medio. Nació en Rosario pero a los pocos meses de su llegada fue diagnosticado con insuficiencia renal terminal y toda la familia debió mudarse a Buenos Aires donde durante dos años y medios le realizaron diariamente ocho horas de diálisis a la espera de un riñón que estaba más cerca de lo pensado.
En el mes de Junio, Noelía le contó a Rosario3 que León llevaba 15 meses en la lista de niños y adolescentes que necesitan ser trasplantados para seguir viviendo. También dijo que su marido era monorreno, por ende no podía donar y que a ella le habían dicho que era incompatible. Pero hubo un error.
El tiempo pasaba y no había novedades. En la institución donde lo atendían - que es la que le dijo a Noelía que ella era incompatible con su hijo - León participó de 48 operativos en los que fue rechazado por diferentes motivos y justificaciones médicas.
Un día la angustia de la espera se manifestó en una pesadilla y Noelía tomó esa secuencia para convertirla en algo más. Creó una campaña en su cuenta de Instagram Materna Loba, que consistía en encontrar otras familias de niños con síndrome de down que hayan sido trasplantados. Fueron pocas las historias que aparecieron pero esa movida virtual le permitió dar con una mamá que le recomendó el Instituto de Trasplante y Alta Complejidad de Buenos Aires.
Noelía no dudó. Hicieron una consulta con la profesional a cargo que “enseguida preguntó por qué no quería donarle el riñón a mi hijo”. Luego de cuestionarios, llegó la esperanza: la nueva médica de León y todo su equipo revisaron los estudios, realizaron nuevos y cuando se cumplieron los 20 meses de espera, le dijeron a Noelía que ella sería la donante.
El video del reencuentro al salir del quirófano emocionó a los seguidores de Materna Loba y a las más de cien familias que esperan que la salud de sus hijos mejore pronto. Desde hace una semana, León y Noelía están recuperándose a la par. Ella con algunos dolores de espalda, él adaptándose a la nueva vida.
“Hoy está espléndido, es otro nene completamente. Come, toma agua, se bañó por primera vez en una bañera y estamos esperando que haga un lindo día para que se meta a la pileta”, expresó la mamá con la voz quebrada por la emoción.