Tras la fuga de 8 internos de la cárcel de Piñero, las autoridades provinciales procedieron a trasladar a jefes de organizaciones narcotraficantes y criminales violentos con causas en la Justicia ordinaria provincial y en el fuero federal, a cárceles federales de Buenos Aires. Ambas escenas se desarrollan en un marco de debilidad del sistema carcelario que no es actual sino que arrastra años y que tiene una raíz muy profunda que se resume en un interrogante: ¿el Estado es capaz de mantener ciudadanos privados de la libertad en condiciones que eviten que se conviertan en un peligro social”?
En diálogo con Roberto Caferra en Radiópolis Weekend (Radio 2) el ministro de Gobierno provincial, Roberto Sukerman, señalo: “La cárcel no está preparada para alojar a delincuentes condenados de alto perfil de narcotráfico. A nosotros nos dejaron un gallinero para cuidar leones”. Luego, destacó: “Piñero se pensó y creció con la gestión anterior y no tienen los elementos de seguridad e infraestructura para alojar a 200 altos perfiles y muchos tienen que ver con delitos federales”.
“No es que no sabemos la situación en que estamos pero reconocemos que la gestión anterior construyó una alcaldía y amplió Piñero. Pero lo cierto es que no generó condiciones para tener detenidos de alto perfil para q no pase lo que paso el domingo”, insistió al tiempo que advirtió que se están dando pasos hacia adelante con la adquisición de scanners y otros dispositivos tecnológicos para mejorar el control en Piñero.
Consultado sobre la resistencia de algunos sectores políticos por el traslado de estos presos de Santa Fe a Buenos Aires, apuntó contra Mauricio Macri: “No tenemos una cárcel federal en Santa Fe porque el jefe político de Horacio Larreta y Darío Santilli no la construyó”
Para el ex ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, el traslado de los internos no es una buena medida. De acuerdo a lo que expuso, también en Radio 2, lo dice por experiencia propia: “Llevé adelante una medida similar y tuve muchas dudas después, porque vimos que en las cárceles federales estos presos tenían más acceso a celulares y que se puede seguir cometiendo delitos”, recordó.
“Nos dimos cuenta y le dimos pabellones de alto perfil con un control mucho mayor, pero esos pabellones se disolvieron en la nueva gestión y tuvimos los resultados estos”, observó.
Para el actual diputado, aseguró que durante su gestión provincial trabajó para cambiar las circunstancias en las que se reciben las visitas familiares. "Perdí todos los planteos ante la Justicia de Santa Fe cuando fui ministro. Está todo hecho para que entren celulares y droga”, lamentó y brindó precisiones en ese sentido: “Los agentes penitenciarios tienen que requisar desde un lechón a una caja de bananas porque no hay límites de kilos para ingresar alimentos entonces es muy difícil controlar”.
El ex funcionario apuntó hacia el exterior a la hora de analizar el ingreso de elementos que favorecen a la comisión de delitos intramuros pero admitió el accionar de agentes penitenciarios corruptos. “Si cerrás todo queda a la vista quienes dejan meter celulares pero la realidad es que los celulares y drogas entran más por la visita que por los agentes penitenciarios”, aclaró.
“No hay una estructura carcelaria, hay que poner la realidad sobre la mesa con el Ministerio Público de la Acusación y el Ministerio Público de la Defensa”, consideró.