Producto de una extraña dolencia, el cuerpo de un hombre producía cerveza. El caso fue objeto de una nota en revista New Scientist.
Se trata de un estadounidense de 46 años que empezó a sufrir confusión mental, mareos y pérdida de memoria en 2011, hasta el punto de que tuvo que renunciar a su trabajo.
Los problemas de salud surgieron después de un ciclo de antibióticos por una lesión en un dedo. Los médicos a los que visitó no pudieron darle una respuesta a su dolencia. Un psiquiatra le recetó antidepresivos, pero tampoco funcionó, se reseña.
Unos meses después, el hombre sufrió un accidente de tránsito y fue detenido y hospitalizado. Allí se demostró que tenía un nivel de alcohol en sangre de 200 mg/dL, el equivalente a haber consumido 10 bebidas alcohólicas.
Tras salir del hospital, se sometió a más pruebas, hasta que un análisis de heces halló en ellas la presencia de Saccharomyces cerevisiae, es decir, levadura de cerveza, y un hongo relacionado.
Sin embargo, no fue este el primer caso. En 2003, en Texas, un hombre tenía un nivel de alcohol en sangre de 0,37 sin haber consumido ni una gota de alcohol.
Los investigadores Barbara Cordell y Justin McCarthy lo llamaron síndrome de fermentación intestinal.
Funciona así: el paciente tiene una infección con la Saccharomyces cerevisiae. Al consumir almidón, la levadura fermentó junto a los azúcares y se convirtió en etanol: estaba, en resumen, produciendo cerveza en su sistema digestivo, detalla el medio español 20minutos.
Que se reconozca esta dolencia es clave para quienes la padecen porque “estar borracho” conlleva efectos negativos como la pérdida de empleo, las dificultades en las relaciones o incluso incurrir en delitos.
Especialistas de la Universidad de Richmond hallaron un tratamiento: una combinación de terapias antifúngicas y probióticos que mantienen estable la microflora intestinal del paciente.