Un martes especial en Rosario. La humedad transforma la ciudad que evidencia calles mojadas y pegajosas. El aire está cargado de agua que desciende hasta tocarlo todo.
Rosario3 tomó algunas imágenes de la urbe atravesada por un gris oscuro, una jornada no tan fría, pero que obliga a abrigarse. Al menos hasta el mediodía, cuando se espera que el termómetro repunte.
Las ruedas de los autos hacen un ruido particular al frenar por la presencia de humedad en las calzadas. Los que van en bicicleta. imparables, andan con más cuidado porque se pueden resbalar.
El ambiente es una gran nebulosa y estamos metidos en ella.