Los ministros de la Corte Suprema tampoco llegaron este jueves a un acuerdo para definir el planteo que hicieron los jueces federales Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli.
Aún hay posiciones divergentes para resolver el pedido de amparo de los magistrados desplazados por la Casa Rosada, y se decidió de manera informal que todo se postergue hasta la reunión del martes próximo.
Desde esta perspectiva, la única certeza es que la votación no será unánime: ni tres a dos ni cuatro a uno. Y este jueves no hubo posibilidad de saber si los jueces que revisaron las decisiones de la primera instancia que investigó a Cristina Fernández de Kirchner en las numerosas causas en la que está acusada, y uno de los magistrados que definirán si es culpable o inocente en la causa Cuadernos, continuarán o no en sus lugares.
Bruglia, Bertuzzi y Castelli llegaron a las funciones de las que el Gobierno los desplazó respaldados por una Acordada de 2018 dictada por la Corte Suprema con la misma integración que tiene hoy. Apenas comenzada la administración de Alberto Fernández, por iniciativa del representante del Poder Ejecutivo Nacional, el Consejo de la Magistratura recomendó que los traslados de los tres jueces federales debían ser revisados por el Senado.
En un trámite exprés, la Cámara alta comandada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no prestó acuerdo para esos traslados y casi sin solución de continuidad el Poder Ejecutivo Nacional dictó los decretos que convalidaron la remoción de los tres magistrados federales.
Los jueces removidos promovieron una acción de amparo ante la Justicia en lo Contencioso Administrativo Federal que rechazó la pretensión y contra esa decisión interpusieron un recurso extraordinario por salto de instancia para que sea la Corte la que defina la controversia.
El último martes de septiembre el máximo tribunal, en una reunión de acuerdo extraordinaria, admitió el per saltum de Bruglia, Bertuzzi y Castelli. Además le corrió vista al procurador general de la Nación, Eduardo Casal, y le dio traslado al Consejo de la Magistratura, la parte demandada en este pleito.
Según el Código Procesal Civil y Comercial, el plazo para responder es de cinco días, aunque ese término se puede abreviar, y eso hizo el máximo tribunal dándole sólo 48 horas. Hasta ahí se podía inferir que se le quería imprimir celeridad a la resolución del reclamo de los tres jueces federales. Sin embargo, eso no ocurrió y la cuestión aún no está definida ni lo estará esta semana.
El pasado martes los cinco ministros de la Corte se reunieron por Zoom durante 40 minutos para analizar el tema, pero no pudieron alcanzar un voto unificado pese a que dos de ellos tenían posturas bastante cercanas. Este jueves se vuelven a reunir y tampoco habrá “humo blanco” respecto de una decisión que difícilmente pueda evitar un conflicto de poderes.
En el cuarto piso del palacio de tribunales de la calle Talcahuano donde, pese a los intentos, los ministros aún no logran terminar de “tejer” un voto que ponga fin a la controversia. Mientras tanto, Bruglia, Bertuzzi, Castelli continúan con licencia extraordinaria.
La Corte se reunirá el próximo martes para buscar una solución política-jurídica al caso.