Jorge Lanata regresó en las últimas horas a la clínica Santa Catalina para continuar con su proceso de recuperación. El periodista había ingresado al centro sanitario la última semana, pero debió ser trasladado al Hospital Italiano –donde estuvo internado desde el último 14 de junio– por un cuadro de neumonía y fiebre.
Su esposa Elba Marcovecchio, compartió el “protocolo de privacidad para pacientes de exposición pública-política y/o de interés mediático o público” de la clínica en el que se detallan los pasos a seguir.
“Con la finalidad de preservar la tranquilidad, evitar perturbaciones en los tratamientos médicos que se imparten y preservar la intimidad y privacidad de los pacientes referidos, se encuentra de manera obligatorio vedado, prohibido y restringido sin excepciones, el acceso a la habitación de internación de aquellos, así como la presencia de terceros en sectores adonde deba ser movilizado al paciente, portando cualquier tipo de dispositivos electrónicos, celulares, cámaras de filmación, grabadores o sistemas de captación de audios o imágenes en general”, se lee en una historia de Instagram que compartió Marcovecchio.
“Resulta esencial en buena fe y dirigido a evitar alteraciones o situaciones que afecten la dignidad o causen mortificaciones a los pacientes expuestos que, en especial familiares allegados o visitantes, actúen con la mayor prudencia o comprensión de tal forma de evitar situaciones, que comprometan al personal de vigilancia y/o seguridad, a cuyo fin solicitamos la mayor colaboración”, continuó.
Y cerró: “Se reitera que el protocolo aplica sin excepciones y que, por tanto, responde a una necesidad de preservar el estado de salud, la eficacia del tratamiento médico y la intimidad de los pacientes expuestos a situaciones como las indicadas en el establecimiento”.