El Ministerio Público de Río Negro transfirió la detención del activista mapuche Facundo Jones Huala al Juzgado Federal de Bariloche, que deberá decidir en breve en qué dependencia de seguridad será encerrado. Este paso puso en marcha este mediodía el proceso de extradición a Chile del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM ), país que lo reclama desde que se fugó en febrero de 2022 mientras gozaba de prisión domiciliaria tras haber sido condenado a 6 años de cárcel por provocar un incendio y por portación de armas.
Fuentes judiciales iindicaron que el Jones Huala dejaba este martes a la tarde la comisaría 36ª de Dina Huapi, un pueblo turístico a 20 kilómetros al noreste de Bariloche, al que fue llevado luego de ser detenido este lunes a la madrugada en El Bolsón.
En el Juzgado Federal de Bariloche, el activista mapuche está a disposición de la fiscal María Cándida Etchepare, quien pondrá en marcha el procedimiento de extradición solicitado este lunes por Chile para que complete la condena en ese país.
Será la justicia federal la que decidirá dónde quedará detenido Jones Huala los próximos días. Las posibilidades que se barajan son un calabozo de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA), de la Policía Federal, del Escuadrón N°34 de Gendarmería o, directamente, que se lo traslade al penal Federal N° 14 de Esquel, ubicado a 300 kilómetros al Sur de Bariloche.
Esta no es la primera vez que es extraditado. Lo mismo sucedió en 2018. En ese entonces, tras ser arrestado durante un control de Gendarmería a 80 kilómetros al Sur de Bariloche, pasó 13 meses preso en el penal de Esquel hasta que se confirmó su traslado a Chile en un juicio oral.
Fue el, por entonces, juez subrogante en Bariloche Gustavo Villanueva quien finalmente hizo lugar al pedido de extradición de la justicia trasandina. El fallo fue apelado hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia, que confirmó la medida del magistrado hasta con los mismos fundamentos.
Ahora, cuatro años después, Jones Huela volverá a recorrer los mismos pasos procesales. La diferencia es que en aquella ocasión la justicia chilena lo solicitaba para juzgarlo, y en este caso por escapar del cumplimiento de la sentencia mientras promediaba el tercer año de los seis a los que fue condenado.
Justamente, el tiempo que llevaba encerrado en Temuco le valió el beneficio de la prisión domiciliaria, que perdió en febrero del año pasado al no presentarse ante el Juzgado de Garantías de Río Bueno, que le había impuesto el castigo y la flexibilización de la pena.
El pedido de extradición recorrerá un largo camino. Se originará en el Juzgado de Garantías y pasará a la Corte de Apelaciones de Valdivia, para ser elevado a la Cancillería chilena, que lo remitirá a su par argentina.
Luego, pasará a la justicia federal local. Allí desembocará en el juicio de extradición, cuyo veredicto se cumplirá rápidamente. En 2018, Jones Huala viajó a Chile poco después de la audiencia final, con una fuerte custodia de organismos de seguridad argentinos.
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