Walter Carenzo es el jefe comunal de Piñero, y absorbe hoy buena parte del malestar de los vecinos por la cinematográfica fuga del domingo pasado de ocho detenidos de la Unidad Penitenciaria N° 11. Hace 30 años que gobierna la comuna y explicó que la construcción de la penitenciaría había sido en su momento, allá por 2003, promesa de “cárcel modelo” y una buena idea por la cantidad de puestos de trabajo generaría, pero lamentó que no se haya cumplido la propuesta inicial y no se haya invertido en seguridad en todo este tiempo.
En contacto con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Carenzo recordó que varios otros pueblos de la región codiciaban la penitenciaría porque había sido presentada como “una cárcel modelo”, no solo por su estructura sino por el proyecto de reinserción social para los presos.
Para una pequeña comuna, que por entonces luchaba por pararse tras la crisis de 2001, también eran seductoras las posibilidades laborales que suponía la construcción del penal. “Había un proyecto grande de toma de personal de la zona y de salida laboral de chicos que en aquel momento necesitaban trabajar”, llamó la atención. Al censo del 2010, Piñero contaba con poco más de 1.800 habitantes.
Hoy están casi todos enojados con las autoridades comunales y provinciales; pero sobre todo, señaló Carezo, muy asustados. “A veces pienso que fue una decisión no muy acertada porque muchas veces no se respetó la propuesta inicial”, reconoció y señaló: “Si bien se le dio trabajo a mucha gente, los gobiernos sucesivos deberían haber hecho inversiones en cuanto a la seguridad y apoyo al personal”.
“Hoy la comuna recibe las críticas que tienen que ver con la autorización de construcción, pero no tiene nada que ver con el manejo interno ni la seguridad”, aclaró.
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