La furía que desplegaron los taxistas en los alrededores del Concejo Municipal impidió que se realizara el acto de inauguración del período de sesiones ordinarias. El intendente Pablo Javkin se quedó en la Municipalidad y allí recibió a un grupo de representantes de los choferes, mientras la presidenta del cuerpo deliberativo, María Eugenia Schmuck, hacía lo mismo con otro grupo en el Palacio Vasallo. Fue la forma en que se descomprimió la situación, ante la bronca que los manifestantes tras el asesinato de dos colegas en las últimas 48 horas.
Al término de la reunión en el Palacio de los Leones, Javkin dijo que la normalización del servicio de taxis, fundamentalmente en el horario nocturno, iba a requerir de medidas especiales analizadas con los choferes y que se aprestaba a llevarle al ministro de Seguridad de la provincia, Pablo Cococcioni. Entre ellas mencionó evitar el pedido de viaje por Whatsapp, modificación de los corredores, monitoreo y controles policiales en paradas.
“Estamos viviendo una circunstancia excepcional de gravedad única. Un hecho repetido en la forma, la mecánica en las balas y hasta en el arma”, dijo en referencia a los dos homicidios de taxistas de las últimas noches.
Antes de salir de la Municipalidad para una reunión con Cococcioni, el intendente especificó por qué se plantea de impedir que se pidan viajes por Whatsapp en horario nocturno y solo se permita hacerlo mediante aplicaciones: “Un chip (de celular) se puede descartar, el uso de aplicaciones queda grabado quién lo hizo”.
Admitió que en el encuentro se plantearon cuestiones vinculadas a la prestación del servicio –los taxistas no solo pedían mayor seguridad sino también, por caso, mayor controles para frenar el avance de Uber en la ciudad–, pero dijo que convinieron en avanzar sobre eso en “Acá tenemos una urgencia por una situación anormal”, enfatizó.