Con 112 años, el japonés Chitetsu Watanabe fue reconocido como el hombre más anciano del mundo por la empresa Guinness World Records y reveló que el secreto de la longevidad es la risa.
El encuentro fue en la ciudad de Joetsu, en la costa oeste del país, y la recepción que les brindó el anciano fue con un escrito realizado por él mismo en el que decía "el número uno del mundo". Luego de que le entregaran un certificado oficial de Guinness, habló sobre cómo hizo para llegar a los 112 años y aseguró que la clave está en "reírse".
A menos de un mes para cumplir los 113 años, el hombre llegó al primer puesto del podio de longevidad en el mundo tras las muertes en 2019 del alemán Gustav Gerneth, de 114 años, y el japonés Masazo Nonaka, a los 113 años.
Una larga vida de viajes
Watanabe nació el 5 de marzo de 1907 en una familia de granjeros en la prefectura de Niigata, al norte de Japón. Allí, se graduó en la escuela de agricultura y luego se trasladó a Taiwán, donde trabajó en Dai-Nippon Meiji Sugar, una refinería de azúcar. Después de 18 años de labor en las plantaciones de caña de azúcar, el hombre, que es aficionado a la caligrafía, decidió regresar a Japón tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Según publicó Crónica, hasta hace una década, se dedicaba a cultivar bonsáis, el arte tradicional japonés de pequeños árboles esculpidos, y llegó a exhibir su trabajo en reiteradas oportunidades. Durante sus años en Taiwán se casó con Mitsue y juntos tuvieron cinco hijos.
Tiene 12 nietos y 16 bisnietos y mantiene los mismos gustos culinarios desde hace un siglo: sus comidas favoritas son el flan y el helado, que aún forman parte de su dieta.
Varios récords
Japón es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo; de hecho, la persona viva más anciana del mundo reside en el sudoeste del archipiélago, la nipona Kane Tanaka, que cumplió 117 años el pasado 2 de enero. Según los registros del Gerontology Research Group, a Tanaka le siguen las francesas Lucile Randon, de 116 años, y Jeanne Bot, de 115. Mientras que Watanabe es el único hombre entre las 30 personas más envejecidas del mundo, ocupando el puesto 24.