Hace dos años que en avenida Pellegrini al 6300 funciona la iglesia evangélica Manantial de Vida. Su pastor la construyó sobre un terreno que le compró a una abogada, que resultó ser propiedad de un privado y del municipio. Ahora la Justicia investiga la presunta estafa pero en el mientras tanto, desde el Concejo, piden al intendente Pablo Javkin que permita a Manantial de Vida quedarse un tiempo más en el lugar hasta que encuentre otro en el mismo barrio.
En contacto con el programa Radiópolis (Radio 2), el concejal de Juntos por el Cambio, Carlos Cardozo, pidió que la Municipalidad tome un “compás de espera” antes de desalojar la iglesia para que pueda encontrar otro lugar donde funcionar en la misma zona.
La supuesta estafa se destapó hace poco cuando el propietario de uno de los terrenos, descubrió que allí se había levantado una iglesia. El pastor Ramón Romero compró una parcela en 2018. En realidad eran dos: una de un privado, otra de la Municipalidad. Y ninguna estaba a la venta.
El dueño del terreno hizo la denuncia y demolió lo que estaba edificado en su propiedad. Y la Municipalidad, por su parte, también pidió el desalojo.
El pastor a su vez denunció a la abogada que propició la venta, aparentemente, fraudulenta.
Pero con parte de la iglesia destruida y una orden de desalojo sobre la cabeza, el pastor parece acorralado y en medio queda la comunidad religiosa y social que depende de Manantial de Vida.
Por eso intervino el concejal Cardozo, para ganar algo de tiempo y preservar la labor social de la iglesia: “Consideramos que el caso de la Iglesia Manantial de Vida debe tener un tratamiento particular por parte de la municipalidad como de la Justicia provincial, ya que en ese lugar se desarrollan tareas no solo pastorales sino también sociales y de promoción humana y comunitaria”.