El Servicio Penitenciario Federal (SPF) realizó esta semana un nuevo procedimiento de inspección sobre el penal de Ezeiza. El objetivo era encontrar elementos no autorizados entre las pertenencias de los reclusos, algo que finalmente terminó pasando.
En los dos pabellones requisados en del complejo penitenciario, los agentes del SPF incautaron un teléfono celular, cargadores, una máquina tatuadora casera y 22 elementos de metal con punta.
En tanto que en otro operativo que se hizo en la Colonia Penal de Candelaria, en Misiones, los agentes se encontraron con una serie de agujeros en el piso donde los internos tenían escondidas 40 botellas de bebidas alcohólicas.
Al inspeccionar el contenido, se encontraron con que era lo que en el lenguaje carcelario se denomina como “pajarito”, bebidas a base de frutas fermentadas que, según señalaron desde el ministerio de Seguridad, “al ser ingeridas causan alteraciones en el comportamiento de las personas”.
Tanto en Ezeiza como en Misiones se procedió al decomiso de los elementos no permitidos y a la sanción de los internos involucrados.