Esta semana se constató una impactante cantidad de peces muertos en el río Salado, un fenómeno que ya se produjo con anterioridad, pero no con la actual cantidad de especies muertas.
“Estamos sorprendidos por la magnitud, aunque es un fenómeno que se registra periódicamente. Lo que ocurre en esta ocasión es que los parámetros hidrológicos son completamente diferentes a los habituales. Al estar tan bajo el río y las temperaturas tan elevadas, se origina lo que se denomina hipoxia (poco oxígeno), cercano a la anoxia (falta de oxígeno)”, explicó en diálogo con El Tres, el subsecretario de Recursos Naturales de la provincia, Gaspar Borra,
Y agregó: “Desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático estuvimos tomando muestras tanto de los peces como del agua y los resultados preliminares nos indican que es ésta la hipótesis más probable y razonable. Sin embargo –aclaró– estamos investigando el fenómeno para tener la debida certeza y despejar toda duda de cuáles son las causas”.
“No descartamos ninguna posibilidad; sin embargo, los estudios preliminares indican que no se trata de contaminación, sino de un fenómeno natural”, deslizó el funcionario y advirtió que “está completamente desaconsejado consumir esos peces porque vienen de un proceso de putrefacción de muchos días. Ni los que ya están muertos, ni los que aún están boqueando buscando oxígeno, porque ya estuvieron en contacto con los otros en estado degradado”.
También remarcó que se desaconseja bañarse en las aguas del río Salado hasta que se modifiquen los parámetros que están generando este fenómeno.
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