En el corazón del Parque Independencia, se encuentra el viejo hipódromo de Rosario, un lugar con la magia y el encanto de los viejos tiempos. A pesar de estar situado en un lugar estratégico de la ciudad, no muy lejos del centro, pocos detalles se conocen sobre el movimiento que comprenden sus murallas.
¿Qué actividades se realizan allí? ¿Cuántas son las personas que allí trabajan? ¿Cómo es un día de la semana dentro del predio? Esas son preguntas que pocas personas podrían responder.
Sobre todo porque este año se convirtió en un centro de alojamiento y aislamiento para personas infectadas con coronavirus o contactos estrechos de casos positivos, que no podían desarrollar el aislamiento en sus viviendas.
Prácticamente es un lugar desconocido. Se le da poca difusión a la actividad que allí se desarrolla, posiblemente porque se la vincula con el juego o, a partir de un análisis liviano, con el maltrato animal.
El hipódromo de Rosario fue durante muchos años el segundo hogar de uno de los jockeys predilectos de los "burreros". Se trató de Ángel Oscar Baratucci, nacido en Azul, que un 15 de diciembre de 1957 ganó las 8 carreras que se disputaron el mismo día en el hipódromo Independencia. Marcó un hito en el turf del planeta y fue declarado ciudadano ilustre.
En el año 2006 se creó la Sociedad del Estado Municipal Hipódromo Rosario, que hace 5 años tiene como presidente a Guido Boggiano, quien tomó de la mejor manera la vuelta de la actividad a partir de este mes.
"Es un pedido que hizo el propio intendente Pablo Javkin al gobierno santafesino y de ahí al nacional y ya estamos en condiciones de abrir el 18 de diciembre con 8 carreras", manifestó el titular de la repartición municipal.
En el predio hay actividad a diario. Allí trabajan unas 500 familias que están relacionadas directamente con el turf: cuidadores de los caballos, los jockeys, veterinarios y los variadores, que no son empleados de la Sociedad sino que en muchos casos son monotributistas o empleados directos de los dueños de los equinos.
Actualmente allí viven 300 caballos de carrera, pero en las mejores épocas llegaron a ser 700. Los box son como las cocheras de automóviles: se alquilan anualmente para que los animales estén resguardados. Cada caballo necesita entre 7 y 10 personas para que realicen el mantenimiento y cuidado diario. Todo un movimiento que necesitaba del inicio de las competencias para que se active esta industria hípica, que está frenada hace 8 meses.
Guido Boggiano habló con Rosario3 y dio detalles de esta nueva posibilidad que se abre, con todos los cuidados para evitar el contagio de coronavirus.
-Claramente es un pedido que hace el hipódromo al municipio y rápidamente el intendente Pablo Javkin lo elevó al gobierno santafesino y de ahí al nacional; estamos en condiciones de abrir el 18 de diciembre, así que se aprobó y se comunicó mediante el boletín oficial.
-¿Cuántas carreras se llevarán a cabo? ¿Los caballos serán nacionales?
-Comenzaremos con caballos que están alojados en el hipódromo del Parque Independencia; contemplemos que es una superficie muy importante. De e casi las 500 familias que trabajan y dependen de la actividad que se desarrolla en el hipódromo, 7 personas trabajan en la industria del caballo directamente, con cada animal, para que se den cuenta la connotación social que tiene esta disciplina, que es muy importante.
-¿Cuántas competencias quieren tener de acá a fin de año?
-La idea es arrancar, pero seguramente iremos trabajando con las gremiales y los diferentes sectores de la actividad hípica de la ciudad e iremos viendo como reorganizamos las actividades con los protocolos mediante y el calendario de este año. La idea sería llegar a tener tres carreras en lo que queda de este 2020.