La empresa belga Dredging, del grupo DEME, una de las que se disputan la licitación por el dragado de la Hidrovía y la misma que había presentado una denuncia ante la Justicia para pedir que se suspenda la puja por considerar que las condiciones benefician a Jan de Nul, actual operador de la vía navegable, cargó nuevamente contra el gobierno nacional debido al “notorio direccionamiento del pliego", en un comunicado en el que enumeró, en total, ocho puntos que, según su óptica, favorecen a la otra firma del mismo país.

En un comunicado difundido la semana pasada, la empresa enumeró ocho puntos en los que considera que el pliego del Gobierno está hecho a medida de Jan de Nul. Subrayó que “el tiempo para preparar las ofertas (55 días hábiles) es insuficiente en comparación con licitaciones similares y la documentación técnica proporcionada no es suficiente para realizar un análisis adecuado”, lo que “beneficia al operador actual, que ya posee la información necesaria”.

El segundo ítem que cuestiona DEME es que “se exige un calado máximo de 8 metros sin justificación técnica, lo cual limita la posibilidad de usar equipos más adecuados y favorece al actual concesionario, cuyo equipo ya cumple con esta restricción”.

En tercer término, la empresa que pretende competir por el dragado de la Hidrovía sostuvo que “la forma en que se evalúan los antecedentes financieros favorece a la empresa actual, ya que el sistema de puntaje minimiza la puntuación de nuevas empresas y maximiza la de la empresa que ya opera”.

“Se otorgan más puntos por la longitud de los canales trabajados y por la experiencia regional y en países limítrofes sin que esto tenga un fundamento técnico claro, lo cual favorece al operador actual debido a su experiencia en la concesión. Mismo también, prohibiendo la formación de Uniones Temporales de Empresas (UTE)”, argumentó también DEME en su comunicado.

Otro requisito del pliego vinculado a la experiencia de las empresas que la firma consideró tendencioso es que “excluye trabajos de dragado de relleno y refulado, que son comunes y relevantes en este tipo de proyectos”. Argumentó que esa condición “limita la puntuación de competidores y favorece al operador actual”.

Grupo DEME tiene más de 5.300 empleados en todo el mundo, más de 100 buques operativos y presencia en 90 países.

DEME cuestionó también la exigencia de “experiencia en la Argentina, lo cual puede limitar las opciones de competidores internacionales que tienen experiencia relevante pero no específicamente en este país”.

Además, la empresa denunció que “la falta de parámetros claros para evaluar la propuesta metodológica deja mucho espacio a la discrecionalidad, lo que favorece al operador actual” y que “el sistema de puntuación final favorece al operador actual al permitirle ofertar a precios más altos sin perder la adjudicación”, por lo que lo se deriva “en un proceso competitivo simulado que no refleja un verdadero mercado de precios”.

Dredging es una compañía del grupo DEME, de origen belga, con más de 140 años de antigüedad, líder mundial en dragados. Tiene más de 5.300 empleados en todo el mundo, más de 100 buques operativos y presencia en 90 países. En el año 2023 tuvo ingresos por EUR 3.2585 millones.

Denuncia y rechazo


Con muy duras críticas al gobierno nacional, una de las más importantes empresas dragadoras del mundo, la belga Dredging, solicitó en diciembre del año pasado que de manera urgente se suspenda la licitación en marcha de la Hidrovía, principal ruta logística de salida exportadora del país, si no se cambian las actuales condiciones de la compulsa. 

Con fecha 9 de diciembre, su apoderado legal en la Argentina, Cristán Pablo Lacoste, presentó un recurso administrativo al presidente Javier Milei, a ministro de Economía, Luis Caputo, y al subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Iñaki Arreseygor, en el que denuncia “el direccionamiento  de la licitación al actual operador y solicita la nulidad del pliego, reclamando una urgente modificación de sus términos y condiciones”.

Y no fue el de Dredging el úncio recurso administrativo. También otra de las dragadoras más importantes, la holandesa Rhode Nielsen, presentó un recurso adminsitrativo contra la licitación en similar tenor, tal como lo informó Rosario3 a fines del 2024.

No obstante, el juzgado de feria de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal rechazó la medida cautelar que presentó Dredging para suspender la licitación.

Según la Justicia, no se acreditaron suficientemente la ilegalidad o arbitrariedad en el accionar administrativo, ni un daño irreparable que justificara la suspensión del proceso y también entendió que no hay direccionamiento.

El rechazo de la medida cautelar permite que la licitación continúe según lo planificado, y que estableció como fecha de apertura de ofertas el 12 de febrero.

Además, la resolución significó un fuerte espaldarazo al gobierno ante las duras críticas que venía teniendo el proceso por parte, no solo de Deme y la dragadora Van Oordt (que cargan contra Jan de Nul, que realiza los trabajos de dragado desde 1995), sino también de operadores políticos como el ex ministro de Transporte de la gestión de Mauricio Macri, Guillermo Dietrich, de quién repiten en el gobierno hace lobby por la dragadora Boskalis, mote que desde el PRO rechazan de plano.

Es más, en el Gobierno destacan que la resolución tiene fuerza porque partió de un juzgado que ya tuvo definiciones contrarias al oficialismo. Y además resaltan que podría estar marcando una tendencia ante futuras presentaciones.