La facultad de Ciencias Bioquímicas de la Universidad de Rosario (UNR) informó que, en base a los análisis de laboratorio que efectúan sobre muestras recibidas, el 70 por ciento del aceite de cannabis que se distribuye en Rosaro no puede garantizar los efectos terapéuticos esperados. El diputado socialista Joaquín Blanco alertó sobre la falta de control de la sustancia y reclamó la habilitación nacional que le permitiría a la provincia de Santa Fe elaborar su propio producto bajo normas seguras.
La calidad del aceite de cannabis que circula de forma informal en Rosario es incierta. Algunos productores o consumidores optan por llevar el material al laboratorio de la facultad de Ciencias Bioquímicas de la UNR que analiza el aceite para uso medicinal. Blanco, quien habló en el programa Radiópolis (Radio 2) informó que “el 70% del aceite de cannabis que circula, tiene una dosis menor a lo que necesitan los pacientes, tornando más que dudosos los efectos terapéuticos deseados por quienes lo adquieren”.
Según los resultados del análisis realizado por el laboratorio de la facultad , siete de cada diez muestras que reciben provenientes del mercado ilegal, tienen un bajo contenido de cannabinoides (CDB y THC), no cumpliendo con su función terapéutica.
En ese sentido, a través de un comunicado de prensa, el legislador sostuvo: “Santa Fe está lista para producir un producto que cuente con la debida preparación y supervisión profesional, pero por demoras de Nación, no podemos ni importar la materia prima ni producirla en nuestro territorio”.
“En el estado de situación actual, las personas deben pagar costos altísimos para adquirir el producto importado, recurrir a preparados en forma artesanal o que se compran en el mercado negro. Incluso, si hoy uno ingresa a Mercado Libre, puede comprar el aceite, pero el problema es que es imposible saber cuál es el contenido real de ese frasco”, advirtió. “Si Anamt otorga la autorización al LIF para la producción del aceite, éste tipo de irregularidades se vería reducida”, aclaró.
El diputado socialista destacó los resultados de este estudio a raíz de que Santa Fe cuenta con la Ley de Cannabis Medicinal desde hace tres años pero que todavía no pudo ser aplicada en su totalidad. “La esencia de la ley es la producción pública de estos medicamentos, y así poder cubrir la demanda a todos los pacientes, pero no nos autorizan la importación de cannabis (una posibilidad es desde Uruguay) para que nuestro laboratorio público pueda hacerlo”, estableció Blanco, uno de los autores de la ley.
Actualmente, la Provincia cubre la demanda de 45 pacientes de Iapos, que importa el aceite desde Estados Unidos. “Si nos autorizan la producción propia, podemos ofrecer en todo el territorio un producto realizado por profesionales y con supervisión médica, y así los pacientes no tendrían que acceder a un aceite con bajo contenido de cannabinoides”, expresó.
Además, el legislador agregó que eso “facilitará la generación de estadísticas públicas, que estarán al alcance de todos” y la investigación de los efectos del aceite en otras enfermedades.
"El LIF es una de las instituciones más importantes del país en materia de producción de medicamentos, nos resulta discriminatorio que sigan demorando las gestiones, cuando, por ejemplo, se autorizó al Gobierno de Jujuy a cultivar cannabis junto a una empresa privada de Estados Unidos, convirtiéndose en el único centro de producción legal en el país", añadió Blanco.
“Debemos garantizar a las personas que necesitan el aceite de cannabis, que consigan uno de calidad, acorde a los efectos terapéuticos deseados. En Santa Fe tenemos los profesionales, las herramientas y el marco legal para poder hacerlo pero Nación debe dejarnos”, finalizó el diputado.