Este sábado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que llevaron a cabo un ataque aéreo contra “dos terroristas de alto rango de Hamás y otros terroristas”, que supuestamente se habían escondido entre los civiles en el sur de Gaza.
El ataque se concentró en Al-Mawasi, una zona costera adyacente a la ciudad de Khan Younis, que las FDI habían designado previamente como “zona segura” para las personas desplazadas. El ataque causó numerosas víctimas civiles, con al menos 71 muertos y casi 300 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Se espera que el recuento sea aún mayor, ya que muchos cuerpos aún no se habían recuperado.
“Todavía hay muchos cuerpos de mártires esparcidos por las calles, bajo los escombros y alrededor de las tiendas de los desplazados a los que no se puede llegar debido al fuerte bombardeo del [ejército israelí] que atacó lugares y tiendas de campaña en al-Mawasi”, dijo a la agencia de noticias AFP el vocero de defensa civil Mahmud Bassal.
Las FDI dijeron que el “lugar del ataque era un área abierta rodeada de árboles, varios edificios y cobertizos”, y compartieron fotos aéreas del complejo antes y después del ataque. Según informes de los medios que citaron a testigos oculares, el ataque se produjo en varias oleadas, con múltiples aviones de combate y drones involucrados.
Si bien las FDI no nombraron oficialmente los objetivos de alto perfil del ataque, los informes de los medios que citaron a funcionarios israelíes en off sugirieron que el ejército estaba buscando al jefe del ala militar de Hamás, Mohammed Deif, así como a otro comandante de alto rango. El grupo paramilitar cuestionó las afirmaciones, descartándolas como un intento de “encubrir” otra “masacre horrible” por parte del ejército israelí.
“No es la primera vez que Israel afirma atacar a los líderes palestinos, solo para demostrarse más tarde que es falso”, dijo Hamás en un comunicado.
La guerra en Gaza estalló a raíz del ataque sorpresa del 7 de octubre contra el sur de Israel, lanzado por Hamás. El grupo militante, declarado recientemente como “organización terrorista” por el gobierno argentino, tomó más de 200 rehenes israelíes en el ataque, y otros 1.200 israelíes murieron.
Jerusalén Oeste respondió con una intensa campaña de bombardeos aéreos y de artillería contra el enclave palestino, así como con una serie de operaciones terrestres. Las hostilidades causaron una destrucción generalizada en la densamente poblada Gaza, con más de 38 mil palestinos muertos y casi 90.000 heridos, según las autoridades sanitarias locales.