Una Rosario paralizada por el terror, como estuvo durante el último fin de semana y también el lunes, generó efectos negativos inmediatos en actividades como la gastronomía. Es que bares y restaurantes de la ciudad, según describieron desde la Asociación Empresaria Hotelero y Gastronómica, notaron la merma en la cantidad de clientes a partir de la falta de transporte –no hubo colectivos por cuatro días y taxis solo de día– y del temor a estar expuestos a posibles ataques, un combo al que también se le suma la crisis económica.  

Así lo reconoció el presidente de la Asociación, Carlos Meliano, pese a que se mostró de acuerdo con “todas las decisiones del gobernador (Maximiliano Pullaro)” luego de escucharlo en un encuentro de la Multisectorial por la Paz. "Si hay un sector perjudicado por lo que pasa en la ciudad somos nosotros. La actividad está muy resentida”, advirtió. 

El referente de los gastronómicos manifestó que “el microclima” de su actividad se vio reflejado desde el sábado hasta el lunes: “La mayor facturación la tenemos en la tarde noche. De seguir esta situación, nos estamos sintiendo muy perjudicados”

En medio de la incertidumbre en torno a cómo y cuándo los rosarinos podrían volver a rutinas anteriores a la ola de violencia y terror, que en menos de una semana incluyó cuatro crímenes de trabajadores elegidos al azar y amenazas varias, Meliano se preguntó: “Cómo a la sociedad se le quita el miedo para que pueda ir a los locales gastronómicos”

Por su parte, Sergio Ricupero, del Sindicato de Trabajadores Gastronómicos, dio su visión en El Tres y lamentó que “el gremio no ha sido convocado” para discutir medidas de seguridad estos días. “Corremos siempre de atrás, después de que pasa algo, y esto no es de ahora, ya viene de años con distintos actores políticos”, dijo sobre la inseguridad y la violencia contra el rubro.

“Lo que está pasando es que no nos están cuidando. Estamos preocupados por eso y por la actividad, que a va a tener una merma de algunos días. Costó mucho recuperarse de la pandemia y cada cuestión que pasa nos afecta”, añadió.

Por lo pronto, la primera reacción desde el Estado fue la constitución de un Comité de Crisis y el anuncio conjunto de los ministros de Defensa, Luis Petri, y de Seguridad, Patricia Bullrich, del desembarco de personal y equipamiento de las Fuerzas Armadas a la ciudad esta misma semana, además del arribo de otros 450 agentes federales a los que ya estaban en el territorio.

Desde el sector gastronómico y hotelero de la ciudad intentan ser optimistas en cuanto a la posible recuperación de la actividad, aunque son conscientes del miedo que los recientes hechos violentos provocan en la gente y lo sufrieron en carne propia pocos días atrás, reflejado en menos ventas y clientes en los comercios

El regreso del servicio de colectivos es un elemento a favor porque facilita el traslado y el movimiento de personas, pero el escenario todavía sigue resentido porque taxis y remises, por ahora, extienden la decisión de no trabajar de noche y no circulan después de las 22.