El izquierdista Gabriel Boric juró este mediodía como nuevo presidente de Chile con la promesa de impulsar mejoras sociales y disminuir la desigualdad, de la mano de un gabinete en el que predominan las mujeres.
“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo”, dijo Boric, de 36 años y el más joven jefe de Estado, para posteriormente levantar el puño izquierdo y firmar, tras un gran suspiro, su cargo como máxima autoridad del país austral en sustitución del conservador Sebastián Piñera.
Antes de prestar juramento en el salón de honor del Congreso en el puerto de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste de la capital chilena, compartió un desayuno con dirigentes sociales en el vecino Palacio de Cerro Castillo, mientras los miembros del nuevo Parlamento juraban en sus cargos. Más tarde se formalizó el nombramiento de las 14 mujeres y 10 hombres que integran su gabinete, con el que busca inaugurar lo que ha denominado un “gobierno feminista”.
Tras ganar la segunda vuelta presidencial de diciembre con un 56% de los votos ante el ultraderechista José Antonio Kast, Boric afirmó que “vamos a expandir los derechos sociales y lo haremos con responsabilidad fiscal”. También advirtió que “los cambios los vamos a tener que hacer paso a paso, porque si no el riesgo de retroceder es demasiado grande”.
La nueva generación que llega al poder con Boric también prioriza las medidas medioambientales para hacer frente al cambio climático que azota fuerte al país sudamericano con extensas sequías y la desertificación de ciudades.
Su gobierno inicia en medio de un complejo panorama político y económico que incluye una inmigración descontrolada en la frontera norte y un histórico conflicto en el centro-sur, donde la violencia y los ataques se mezclan con demandas territoriales indígenas. Además, Chile enfrenta una inflación no vista en más de una década y el incremento en los precios internacionales del petróleo impactará en la bencina y en la cadena de suministros en un país que importa casi todo el crudo.
En el plano legislativo, su coalición electoral Apruebo Dignidad –formada por el izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista– es minoría en el Congreso, con 37 de los 155 diputados y cinco de 50 senadores, lo que lo llevó a nombrar en su gabinete y en otros cargos a militantes de la centroizquierda para obtener su apoyo en el Congreso. Sin embargo, aún le faltan tres votos para lograr la mayoría simple.
Boric, un reconocido partidario del diálogo, tendrá que buscar acuerdos para aprobar una reforma tributaria, que incluye más impuestos para los ricos, para recaudar un 5% del Producto Interno Bruto en cuatro años destinado a financiar algunas promesas de campaña como los cambios graduales a los sistemas de salud y de educación, pensiones universales para los adultos mayores, aumentos del salario mínimo y la creación de 500.000 empleos femeninos.
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