En el marco de una misa por el Día Internacional de la Mujer celebrada en Luján, el arzobispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, salió con todo en contra de la intención del presidente Alberto Fernández a favor de la despenalización del aborto y cuestionó que sea prioridad del gobierno en un país con “altos niveles de pobreza e indigencia”, desnutrición infantil y falta de agua potable. Además, sostuvo que estos “temas enfrentan a los ciudadanos de a pie” y atentan “contra la fraternidad”.
“Si no hay fraternidad siempre habrá buitres dispuestos a rapiñar nuestro país”, advirtió.
“En esta Eucaristía venimos a celebrar y a agradecer -dijo-, la vida de tantas mujeres, su presencia insustituible en las familias y el lugar cada vez más amplio que tienen en nuestra sociedad”, dijo. E hizo una puntualización: “Pero de un modo especial, queremos celebrar y agradecer, la cercanía y el compromiso de las mujeres con la vida”.
Haciendo una analogía con la Virgen María, se refirió a las mujeres que reciben “esa vida que se anunció alguna vez en un embarazo no planeado, que tal vez no llega en el mejor momento pero totalmente entregadas a acompañar ese nuevo ser”.
“Millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes, tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción”, sostuvo, buscando dejar en claro que esa es una postura de una mayoría de argentinos, no solo de la Iglesia.
Y agregó: “Es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas”.
Además, el arzobispo condenó “la crueldad de los femicidios y todo tipo de violencia y discriminación ejercida contra las mujeres”. “Pero –agregó– con la misma pasión con la que afirmamos esto último, decimos también que no es lícito eliminar ninguna vida humana como afirma nuestra Constitución Nacional”.