Como si fuera un alarma que resuena en el humedal, y también un recordatorio de la combinación de sequía con bajante histórica del río Paraná que padece la región hace casi tres años, el último fin de semana de 2022 el fuego volvió a las islas (nunca se fue) y el humo llegó a Rosario.
La acción de los brigadistas, ayudados por las lluvias, controlaron los incendios registrados en Entre Ríos. Hubo cuatro grandes focos y dos de ellos en la zona de Victoria, según informó el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).
Juan Manuel Burgoa, director para la zona sur de Protección Civil de Santa Fe, precisó en De 12 a 14 (El Tres) que uno de los focos se desató el miércoles de la semana pasada sobre el kilómetro 17 de la ruta Rosario-Victoria cuando se prendió fuego un auto. Ese punto se expandió por la sequía y generó un trabajo de tres días coordinado de brigadistas y bomberos, además del helicóperto y el avión hidrante.
El viernes se desató otro foco que duró hasta el sábado frente a Pueblo Esther, a unos 20 kilómetros de la costa. “Los dos incendios se controlaron el día sábado”, dijo Burgoa.
Este lunes, después de las precipitaciones, las imágenes satelitales del mapa de fuegos a nivel global (Firms/Nasa) reflejaban el respiro que trajo el agua a la región. Aunque no sería un panorama sostenible por un escenario de menos lluvias que lo normal, temperaturas más altas y pérdida del caudal del río que alimentan los riachos (cortafuegos) del humedal.
Después de una tregua en medio de una bajante histórica que se expresó en la recuperación de la altura del río hasta los tres metros durante noviembre, en los últimos días los registros oficiales se desplomaron a menos de la mitad y el Paraná regresó a niveles que están muy por debajo de los “límites de aguas bajas” (2,40 metros).
Este lunes 2 de enero de 2023, Prefectura informó que en el puerto de Rosario había 1,38 metros, 15 centímentros menos que el último día del año que pasó.
Se trata del nivel más bajo en casi tres meses. Hay que remontarse al 10 de octubre, cuando el río midió 1,25 (el 11 de octubre estaba en 1,41). La secuencia tiende a profundizar esa regresión: a principios de octubre el río estaba en menos de un metro.
“Tuvimos una mejoría en el nivel del río pero la situación sigue siendo mala por la sequía”, dijo el titular regional de Protección Civil y pidió a la población: “Extrememos los cuidados al máximo. 20 días atrás dos tipos que estaban haciendo un asado en la isla Sabino Corsi y eso se transformó en un incendio por la sequía extrema y porque tenemos muchísimo combustible”.
“Hasta marzo no vamos a tener un caudal de río mucho mejor y tampoco en el clima”, agregó Burgoa.
El Instituto Nacional del Agua (INA) validó esa tendencia en su último pronóstico. Para el 10 de enero espera un caudal de 1,21 pero con un mínimo proyectado de 0,90.
“Los niveles se registran dentro del rango de aguas bajas. De acuerdo a la perspectiva meteorológica podría observarse un leve ascenso la próxima semana”, adelantó el informe.
Para el INA, “si bien las condiciones son en general mejores que las observadas en 2020 y 2021, la perspectiva climática aún no permite establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020”.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) sumó a esos indicadores que se esperan precipitaciones en un nivel “inferior a la normal sobre la región del Litoral y norte de Buenos Aires”. Persisten “las condiciones actuales de sequía sobre una amplia región del país” y también “el fenómeno de La Niña”.
“Hay 76% de probabilidad de que se mantengan las condiciones Niña” hasta el mes de febrero inclusive, añadieron los estudios del organismo nacional.
Además, el SMN estima que "para este verano las temperaturas pueden estar por encima de lo normal, es decir, más cálido que el promedio en el centro de la Argentina y, en particular, Buenos Aires y La Pampa".
"También hay una mayor probabilidad de que se registren temperaturas normales o superiores a lo normal en el sur del Litoral, Córdoba, Cuyo y el oeste de la Patagonia", dice y no descarta "una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremas en esta zona".
No es un cambio, es una continuidad: el último noviembre fue el más cálido alguna vez registrado (+1.8°C).
También la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su sección de Seguimiento de cultivos, advirtió que “el 85% de la región núcleo terminó la primavera con un 50% menos de lluvias que la media histórica para esa estación”.
“Los acumulados pluviales de diciembre no solo quedan muy lejos de los estadísticos mensuales sino también por debajo de los totales que alcanzó diciembre 2021”, añadió. En un mapa de reservas de agua en el suelo, toda la zona parece con la calificación más baja: sequía.