Un gran incendio desatado en un campo de la ciudad de Armstrong conmovió a los habitantes de la localidad ubicada a 100 kilómetros de Rosario, pero la conmoción fue mucho mayor cuando los vecinos observaron que al extinguirse el fuego, lo único que las llamas no habían destruido era un altar con una cruz, ubicada en el centro del terreno. Y el impacto fue mayor cuando trascendió por qué se levantó ese sitio de recuerdo y veneración.
Tres autobombas y un numeroso grupo de voluntarios llegaron en auxilio para aplacar la intensidad del fuego y terminaron siendo testigos del extraño descubrimiento. Como una isla, inmune a las llamas, el altar asomaba en medio del suelo negro.
El pesebre fue construido por Hugo, el padre de una chica que perdió la vida en el año 1997 en un accidente de tránsito: "Mi hija tenía 13 años cuando falleció. Construí esta gruta que tiene un pesebre y un ángel para recordarla", dijo el hombre asombrado.
"Hubo una llamarada tremenda y quedó este pedazo libre de fuego. Es impresionante. Yo soy creyente, Dios me cuidó la grutita", dijo Hugo
Por su parte, una vecina que vive en el campo incendiado dijo: "Esto demuestra que Dios está"