Una bruma flotaba sobre el horizonte de las islas en la mañana fría de este jueves. Los focos iniciados la tarde anterior, justo frente al Monumento donde se realizaba un masivo acto para gritar “basta de quemas”, lucían apagados. No había humo frente a Rosario cuando Prefectura inició una recorrida con el barco guardacostas “Golfo San Matías”.
Durante la primera parte del patrullaje fluvial, con periodistas invitados para explicar cómo es el trabajo de esa fuerza federal con poder de policía sobre los cursos de agua, no se vieron incendios. Ni hacia el sur –la lancha salió de la Nueva Terminal Fluvial (NTF) y fue hasta Villa Gobernador Gálvez–, ni por el norte –hasta el puente a Victoria–. Pero casi sobre el final, pasadas las 11, se registró una columna de humo. Entonces se activó el protocolo de acción.
–Sí, es un foco –confirmó el prefecto principal Gerardo Barrios por su celular.
Barrios avisó al Centro de Control de la fuerza y desde ahí notificaron a Defensa Civil de la provincia con jurisdicción, en este caso Entre Ríos. Se trató de la misma zona del incendio que se vio desde la tarde del miércoles hasta la noche.
Esa es una de las funciones que cumple Prefectura. Detectan un fuego, avisan y se ponen a disposición para colaborar con alguna tarea logística (traslados). En ese punto surge una primera barrera que a veces desde la ciudad no se advierte. “Muchas veces se dice que el incendio está ahí enfrente pero en realidad son diez kilómetros hacia adentro, donde no se llega en lancha, lugares inaccesibles, mucho menos con bajante”, aseguró Barrios a Rosario3.
Este barco guardacosta grande, que se utiliza para patrullar la hidrovía, desde Santa Fe a San Pedro, tiene 1,6 metro de calado. Existen además otras siete embarcaciones. Un guardacosta chico, que cala a 40 centímetros, y permite maniobras más cerca de la costa. Una lancha de plástico, dos semirrígidos y tres motos de agua, más utilizadas para el control de los deportes naúticos y la recreación en el Paraná viejo y Embudo. Hay más de 260 prefectos en la regional.
Si en las recorridas diarias detectan alguna ilegalidad o infracción, recién entonces pueden actuar en fragancia. Por ejemplo en caso de advertir a personas por prender fuego o con bidones. Pero esa tarea no es habitual, reconocen los prefectos a bordo del “Golfo San Matías”, una “reliquia” de la fuerza que llegó a intervenir en el teatro de operaciones de la guerra de Malvinas en 1982.
Con uno de los hidrantes que tiene este barco en la proa ayudaron a apagar un incendio en el muelle de madera del club Naútico, por ejemplo. Pero es un caso extraordinario, no tiene un alcance mayor a 30 metros.
El tercer rol que puede ejercer Prefectura Rosario en relación a los incendios en el humedal es como auxiliar de la Justicia federal. “El área de inteligencia criminal es requerida para identificar posibles responsables o realizar peritajes en el lugar, pero a pedido de un juez”, aclaró Barrios.
A las 11.45 otra columna de humo se inició frente al Monumento. O se reinició. Según los observadores de la fuerza federal, el primer fue sobre el kilómetro 415 del río, en la punta norte de la isla Sabino Corsi (el Banquito de arena). Y el segundo bien detrás de la boya del kilómetro 418,5.
El accionar concreto y limitado de Prefectura en este tema se vio en tiempo real este jueves a la mañana. El foco se notifica y quienes activan el trabajo son los brigadistas del Plan Nacional de Manejo del Fuego, que van al lugar en helicóptero.
En este caso, desde el miércoles a la tarde el operativo alcanzó a 24 brigadistas, el helicóptero de traslado y un avión hidrante. El fuego se controló. El amanecer aportó su rocío pero hacia el mediodía el viento norte reavivió las llamas. Al menos dos de los tres focos grandes que se vieron el miércoles reaparecieron, con un margen de distancia pero en la misma zona. El humo no cruzaba el Paraná.
Menos explicable es quién y cómo desató las llamas una hora antes del histórico acto contra las quemas. Esa provocación obligó a los manifestantes a preguntarse cuál era el mensaje. No solo fueron especulaciones de ciudadanos y ciudadanos indigandos: la provincia también habló de una “intencionalidad que fomenta el caos”.
Las respuestas desde Entre Ríos este jueves no fueron alentadoras: “En esas tierras tenemos una ocupación y no tenemos el control adecuado. No sabemos quiénes están en las islas nuestras”.
El humedal entrerriano son un millón 500 mil hectáreas y 370 mil son de islas de Victoria. Un territorio demasiado amplio para dejarlo al margen del Estado.
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