Nació en Buenos Aires y con solo 17 años proyectó su futuro fuera del país. Llegó a Israel con el deseo de ingresar en la “Unidad Secreta del Ejército” algo que suena extraño pero Mauro Stendel asegura que así fue y que nada puede detenerlo.
Durante el año 2013, vivió en un kibutz donde trabajaba duro a cambio vivienda y comida, mientras estaba enfocado en aprender hebreo y se preparaba física y mentalmente para cumplir el gran desafío.
Sin medir adversidades, Stendel se postuló para ingresar al sector más complicado del servicio militar: la Unidad Especial Secreta del Ejército. Eran 5 mil aspirantes, quedaron 500 y el filtro seguía.
Finalmente, Mauro fue uno de los 25 soldados que realizarían misiones especiales y fue seleccionado para ser parte de Duvdevan, la unidad de élite de las fuerzas especiales de las Fuerzas de Defensa Israelíes. Se convitió en el primer argentino en ocupar aquel puesto.
En 2018 terminó su servicio siendo un héroe pero con solo 500 dólares en el bolsillo. Voló a Estados Unidos y los sacraficios aumentaron: "Separaba 20 dólares a la semana para comer gastando lo menos posible para que me duren los pocos cientos de dólares que tenía; entrenaba y al amanecer iba al gimnasio para bañarme -que salía 10 dólares al mes- porque no tenía casa. A la noche dormía en un auto, sin que nadie lo supiera”, contó en el programa El Contestador (Radio 2).
Incluso Stendel no prendía la calefacción de su auto para no consumir gasolina, pero no se dio por vencido. Fue capataz de obra durante dos semanas en el crudo invierno de Nueva York con 5 grados bajo cero, juntó mil dólares y volvió al auto a seguir intentando hacer su propio negocio.
Actualmente tiene 27 años y es multimullonario. Empezó remodelando casas, despues vendió de todo por internet llegando a manejar 100 tiendas digitales. Hoy afirma que es propietario de 14 empresas.
“Cómo llegar a lo que uno quiere, mimetizarse con ese deseo y crear diferentes caminos para la meta", fueron las reglas que confesó para no darse por vencido y sobre el después, aquello que sucede cuando se llega al objetivo, Mauro confesó: "Uno llega al estado pleno y de repente se encuentra que no era lo que quería. STS lo llamo yo, sentimiento temporal de superioridad".
Para esos momentos el joven entendió que lo mejor era ayudar a otros que necesiten. Escribió dos libros, dio charlas para asesorar a otras personas, le pagó una operación a un ex combatiente de Malvinas, compró una compañía pesquera en quiebra y este domingo en vísperas de su cumpleaños, regala un millón de pesos.
"Cuanto peor estás, más abajo y todo sale mal hay un solo lado para ir y es para arriba. Hoy quisiera sentir eso otra vez. Lo segundo es empezar, la suerte lo hace más facil o más dificil y lo tercero, llamá a tus padres de vez en cuando", cerró Mauro cuando Pablo Motto en El Contestador le preguntó qué consejos daría a quienes lo están escuchando.