Una verdadera "cápsula del tiempo". Un hombre descubrió de forma fortuita un túnel de 120 años de antigüedad que pasa por debajo de su propiedad mientras realizaba remodelaciones en su nuevo hogar en Plymouth, Reino Unido.
Jake Brown, quien hizo el descubrimiento, dice que se estaba tomando un café cuando notó que una sección de la pared cercana a la puerta del sótano de su hogar tenía una textura diferente al resto, lo que despertó su interés.
Guiado por su curiosidad, y "un poco de aburrimiento", señala Brown, tomó un taladro y perforó dos orificios en la pared, uno para mirar y el otro para introducir una linterna, y así poder observar lo que había del otro lado.
Para su sorpresa, encontró una "especie de caverna", por lo que, valiéndose de un martillo, abrió un hueco más grande en la pared para poder observar más claramente lo que había en el interior. Al percatarse de la presencia de restos de construcciones más antiguas, Brown decidió descender al túnel y explorarlo.
Una vez dentro, comenzó a excavar entre los desechos en busca de pistas que le ayudaran a determinar con mayor precisión el tiempo que había permanecido cubierto. "En la oscuridad recogí botellas, latas de pintura, y mi hallazgo dorado fueron los restos de un periódico", apuntó Brown.
Tras analizar sus hallazgos, descubrió que las latas de pintura presentaban en las etiquetas suficientes detalles correspondientes a la década de 1950 o 1960. Del mismo modo, algunos rasgos distintivos en las botellas indicaban que pertenecían a los primeros años del siglo XX. Por otra parte, datar los restos de periódico no fue tarea fácil debido a las condiciones en que se encontraba, por lo que tuvo que sumergir el amasijo de páginas en agua caliente para después separarlas cuidadosamente.
Tras examinarlas en búsqueda de indicios que revelaran el año en que los diarios fueron impresos, finalmente pudo hallar una fecha, 1964, lo cual indica que el túnel próximo a su sótano había estado bloqueado por más de 50 años y tenía más de 100 años. Con la evidencia recién descubierta, Brown contactó a su amigo historiador, Richard Fisher, quien le explico que el túnel originalmente era una bodega para almacenar carbón.