Lv Mengmeng, una cuidadora de monos de un zoológico chino de la provincia de Jiangsu, fue a buscar comida para el monito y dejó su teléfono en el lugar de trabajo. Momentos más tarde, recibió la confirmación de compras que no había realizado ella.
El misterio se develó pronto, cuando al ver las imágenes de la cámara de vigilancia se pudo observar al primate pulsando la pantalla. Mengmeng afirmó que el animal había aprendido a comprar en línea al observarla.
La cuidadora sostuvo que todos los productos ordenados por el simio eran necesidades diarias, por lo tanto, no anularía la compra pese a no haber podido usar los descuentos.