Familiares, amigos y vecinos de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada a puñaladas por su exnovio policía en Rojas, despidieron sus restos en esa ciudad bonaerense, donde la madre de la víctima reiteró su pedido de "justicia".
El velatorio se realizó este viernes tarde en Casa Solari, ubicada en Alvear 589, en dicha ciudad del noroeste de la provincia de Buenos Aires, adonde decenas de personas se acercaron.
"Doy gracias a Dios que mi hija fue una hija que no tomaba, no fumaba, no bebía, jamás. Por lo tanto, se fue un ángel al cielo y hoy es un mártir por haber derramado su sangre por una persona realmente asesina, violador", dijo a la prensa Patricia Nasutti, madre de la joven, en momentos en que se dirigían hacia la parroquia del pueblo donde se iba a oficiar una misa en memoria de Úrsula.
La mujer luego señaló que siguen "de pie y firme", y añadió: "Soy un roble, no voy a caer porque quiero justicia".
"Vamos para la parroquia porque yo soy una persona que siempre profesó la fe", indicó Patricia, tras lo cual agradeció a los medios y a la comunidad que le brindó su apoyo.
En tanto, Belén Miranda, expareja del acusado Matías Ezequiel Martínez (25), recordó en la puerta del lugar que él la había amenazado de "muerte" con su "arma de trabajo" y que Úrsula "necesitaba ayuda".
"Ella me mostró el celular y me decía que tenía todas las pruebas, me decía si pierdo esto pierdo todo, tenía los golpes, los moretones, sacaba fotos de los pelos que él le arrancaba, tenía la moto toda rota porque le tiraba el auto encima y la corría por donde iba y se tenía que tirar al costado", dijo la joven entre lágrimas.
Belén añadió que la víctima tenía pruebas "sobre la violación de la nena", en referencia a una denuncia sobre Martínez por abuso sexual de una niña.
"Creo que esta vez no va a zafar porque se hizo una movilización muy grande, pero no por la Justicia de Rojas porque hace tres años la vengo luchando, porque si hubiera salido todo lo mío esto no hubiera pasado, tendría que haber estado preso en diciembre", aseguró.
Además, la expareja del acusado sostuvo que cuando Úrsula se retiró de su trabajo le gritó: "Si me matan, vos ya sabés quien fue".
"Cuando me llegó la noticia de que había muerto no lo podía creer y yo le dije a mi mamá que la iba a matar", concluyó.
En tanto, otra vecina que se acercó al velorio contó que "la conocía desde que nació, a su papá y a su mamá".
"Esto es muy triste lo que pasa, lo único que le pido a Dios que haya Justicia y que esto no pare acá", dijo la mujer.
Otro vecino recordó que le había enviado mensajes a la víctima y ella le respondió que no le mande "porque esta persona la controlaba, tenía todas sus redes y que no le mande más por miedo".
Por último, un hombre señaló que Úrsula era amiga de sus hijos y que "es una pena lo que ha sucedido" debido a que "los jueces lamentablemente no escuchan a la ciudadanía".
"Hubo denuncias pero el juez no trabaja como tiene que trabajar. Los jueces miran el bolsillo de ellos y no miran a la ciudadanía", indicó el vecino.
Y en ese sentido agregó: " Que escuchen al pueblo que reclama justicia, seguridad y educación, en primer lugar, porque la educación empieza en la casa y termina en la escuela, lamentablemente todo esto que pasó es por falta de educación."
Tras el velatorio,el cortejo fúnebre partió a las 18 hacia la parroquia del pueblo, donde se realizó una misa, y posteriormente tenía previsto pasar por la casa de los padres de la joven y finalmente dirigirse al cementerio de Rojas.
Autopsia
El informe preliminar de la autopsia reveló que Úrsula Bahillo fue asesinada de al menos 15 puñaladas en la espalda, torso y cuello, mientras que la Justicia de Garantías convalidó la imputación por femicidio con los agravantes de "alevosía" y "ensañamiento" para el exnovio policía de a víctima que permanece detenido por el caso.
Fuentes judiciales informaron que el imputado Matías Ezequiel Martínez (25) será indagado entre este jueves y el viernes por el fiscal de la causa, Sergio Terrón, quien aguarda a que le den el alta médica para realizar la audiencia.