El Gobierno argentino informó este viernes un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda contraída durante el mandato de Mauricio Macri. Según detalló el ministro de Economía, Martín Guzmán, “hubo un trabajo político y técnico muy fuerte” para lograr que el entendimiento no le impida al país “continúe por la senda de la recuperación económica”.
“Hemos transitado negociaciones durísimas y allí es donde se ve la magnitud del daño que se le infringió a la Argentina y la importancia de poder limpiar esos daños y mirar hacia adelante. El propio FMI reconoció que el programa acordado con la gestión anterior falló y el dinero se utilizó principalmente para financiar salida de capitales”, señaló Guzmán en rueda de prensa.
Con respecto al detalle del acuerdo, el funcionario explicó que se trata de dos bloques generales: por un lado las políticas macroeconómicas y por el otro las que “promuevan el crecimiento de mediano plazo y una estabilidad duradera”.
Políticas macroeconómicas
Según el ministro, en total se acordaron cuatro bloques para alcanzar una “estabilidad duradera”: fiscal; monetario y financiero; inflación y política cambiaria.
“El bloque fiscal fue el que faltaba para el entendimiento. El acuerdo es tener una política fiscal que no inhiba la continuidad de la recuperación. El Estado va a poder tener un rol moderadamente expansivo con el gasto en términos reales creciendo de forma moderada, esto quiere decir que se logró llegar a un acuerdo sin políticas de ajuste”, remarcó Guzmán.
De acuerdo a lo pactado, durante el 2022 el país irá por una reducción gradual del déficit sobre la base de una economía que se recupera. Para este año se proyecta que el déficit primario sea del 2,5% del PBI, para el 2023 del 1,9 y para el 2024 del 0,9 por ciento.
Con respecto a la cuestión monetaria y financiera, el funcionario explicó que se va a iniciar una “reducción gradual pero decidida de la asistencia monetaria que realiza el Banco Central al Tesoro. “Se apunta a que el 2022 el financiamiento sea del 1% del Producto Bruto Interno, en 2023 del 0,6 y llegar al 2024 con un porcentaje cercano a 0”, aseveró.
“Desde la política monetaria se acordó también un marco para su implementación que tiene como objetivo poder tener una estructura de tasas de interés reales que redunde en valores positivos de modo de fortalecer la demanda por los activos con nuestra moneda y contribuir a la estabilidad cambiaria”, precisó Guzmán.
En cuanto a la inflación, el funcionario del gobierno de Alberto Fernández remarcó que se acordó un “enfoque integral” del problema que parte de la premisa de que se trata de un fenómeno multicausal.
“Los factores que inciden en la inflación son en primer lugar productivos y la incapacidad histórica de la Argentina de tener un crecimiento sostenido de las exportaciones sin que eso complique la demanda de divisas y genere un problema de falta de reservas”.
Otra de las patas del fenómeno está en el esquema fiscal monetario, por eso Guzmán aseguró que buscarán mejorar el perfil de financiamiento de la política pública y fortalecer la sostenibilidad.
En tanto que la política monetaria del país también incide en la inflación y por eso insistió en la necesidad de apuntar a tasas de interés reales y en cuarto lugar habló del “rol coordinador del Estado en anclar expectativas. “Para ello el rol de las políticas de precios e ingresos es fundamental. Los acuerdos de precios van a tener un espacio importante en el esquema antiinflacionario”, anticipó.
Por fuera de la inflación, el cuarto gran bloque macroeconómico que acordaron con el FMI es el relacionado a la política cambiaria. “No va a haber ningún salto cambiario, la política va a seguir en la línea en la que se ha venido llevando a cabo”, aclaró el ministro.
“Se plantea un objetivo de acumplación de reservas internacionales que es muy importante para favorecer la resiliencia y contribuir a una mayor estabilidad de la expectativa. Por eso buscamos que en el 2022 el crecimiento de las reservas sea de 5 mil millones”, añadió.