El deseo de una foto, un autógrafo, un abrazo o al menos poder verlos por unos segundos sigue motivando a una gran cantidad de hinchas que esperaban este lunes, otra vez, frente a las casas de Lionel Messi y Ángel Di María en los barrios cerrados de Funes donde descansan y pasan las fiestas, tras levantar la Copa del Mundo en Qatar hace poco más de una semana.
En la zona de avenida Fuerza Aérea al 4200, un nutrido grupo de fanáticos, en su mayoría con camisetas de Rosario Central, se autoconvocó en el ingreso al country donde vive Angelito bajo la consigna de “abrazar y agradecer” su aporte a la nueva estrella mundialista de la selección, con gol incluido en la final contra Francia.
“Mi hijo me dijo que le iban a dar un abrazo a la casa de Di María y traje a mi nieto, vio a Argentina campeón y tenemos una alegría terrible”, contó un hombre al móvil de Telenoche (El Tres), ilusionado con la posibilidad de ver al ex jugador canalla.
“Trajimos la camiseta a ver si podemos hacerla firmar. Soy de Alberdi pero trabajo en La Granada, en zona sur. Ángel y Messi son ejemplos de superación y amor al país”, agregó un chico.
Según contaron, la convocatoria se armó por redes sociales y fue tomando fuerza durante el día. “Hay que confiar para que aparezca”, deslizó uno de los tantos niños que esperaban por Fideo.
Hacia la noche, la cantidad de gente seguía creciendo aunque nadie sabía si Angelito estaba dentro del predio o si tenía pensado asomarse. Ni siquiera un posteo de Fideo aclarando que no se encontraba allí apagó tanta euforia, que se explica no sólo en lo que hizo durante el Mundial de Qatar sino también en el anhelo de los hinchas canallas por verlo otra vez con la camiseta auriazul para retirarse.
No muy lejos, en el ingreso a otro barrio cerrado, el que cobija a Lionel Messi en estas fiestas, continuaba la presencia y el desfile incesante de fanáticos a la espera de poder ver o saludar al capitán argentino, una escena que se repite sin parar desde el martes de la semana pasada.
Hasta Jason, un niño venezolano acompañado por parte de su familia, era uno de los que esperaba en la puerta del club de campo Kentucky. “Es muy humilde", destacó sobre Leo, y contó que durante la final del Mundial él "lloraba de alegría y tristeza” por cómo se dio el resultado aunque al final festejó, y ahora llegó al país lookeado con el corte de pelo y la bandera argentina del Dibu Martínez en la cabeza.
Según explicó, el viaje a Argentina fue como regalo de Navidad, pasaron por Buenos Aires y ahora están en Rosario con la esperanza de ver a Leo. “Quiero que por lo menos me firme la camiseta o el balón para llevarlo de recuerdo”, pidió el chico, que durante el partido entre Argentina y Venezuela por las Eliminatorias pasadas fue noticia porque se saltó al campo de juego para abrazar a Leo.
Afuera del Kentucky también había personas de distintos puntos del país, como un hombre que viajó más de 450 kilómetros desde Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires: "Tengo permiso hasta el jueves, ojalá que salgas, Leo".
Más temprano, el living de la casa de Messi fue escenario de la distinción que le hizo el municipio de Funes como ciudadano ilustre, ocasión que el 10 aprovechó para "agradecer" y pedir "perdón" a la gente por no pode saludar y recibir a los miles y miles que lo reclamaban.