Fue otro día de temor en escuelas de Rosario y su zona de influencia, sin que se registrara esta vez ningún hecho palpable más allá de amenazas telefónicas. Luego de la suspensión de clases en el establecimiento de Paraguay al 1200 por mensajes intimidatorios a la directora, en Villa Gobernador Gálvez difundieron advertencias similares a varios padres, que acudieron a retirar a sus hijos.
“Estábamos transcurriendo el turno tarde con absoluta normalidad cuando irrumpió un grupo de padres, no más de cinco o seis, diciendo que les mandaron amenazas de bomba y posibles tiroteos”, contó en El Tres María Dolores Pellegrini, directora del colegio Nº 1.117
Señaló que dio aviso tanto a la Policía como a Bomberos y al área de supervisión del Ministerio de Educación pero, al no registrarse una comunicación directa a la escuela, no se procedió a una salida general del edificio sino que se permitió que aquellos que quisieran llevarse a sus chicos, pudieran hacerlo.
“Acá no recibimos nada pero frente a la precaucionan de los padres, activamos protocolo de quien quiera retirar lo retire. No podemos evacuar toda la escuela porque no había una amenaza formal a la institución”, agregó la directora.
No obstante, en forma preventiva se comunicó la suspensión de clases este martes "para recuperar la estabilidad emocional de todos" y el reencuentro el miércoles para realizar el acto del 25 de mayo, con la entrega de pastelitos, según detallaron en una circular interna.
A la mañana, en Rosario
El hecho se sumó a uno similar ocurrido más temprano en Rosario, donde el domingo a la noche, la directora de la Leónidas Gambartes (Paraguay al 1200, pleno centro de la ciudad y a 200 metros de la comisaría 2ª) recibió una amenaza en su teléfono particular y de manera preventiva decidió, con el aval del Ministerio, suspender las clases este lunes.
Unos 670 estudiantes y sus padres se encontraron con la novedad al llegar a la mañana temprano, ya que no hubo tiempo de avisar, y la misma medida se plegó la escuela lindera Mariano Moreno.
Trascendió que el texto recibido apuntaba contra las alumnos y la denuncia fue presentada temprano en Fiscalía, que investigaba el caso.
Enfrente de estos establecimientos educativos funciona una fábrica de pastas que también hace poco recibió amenazas, debió cerrar por algunas semanas y ahora funciona con un patrullero policial como custodia.