La Municipalidad de Rosario debió incorporar a la zona balnearia a los controles nocturnos por Año Nuevo a partir de la promoción de fiestas clandestinas en las islas. Este tipo de evento se ha fortalecido en los últimos meses en el marco de las restricciones previstas por la pandemia de coronavirus. Según aseguró la secretaria de Control y Convivencia municipal, Carolina Labayru, se impidió que personas embarcaran con ese destino.
De acuerdo a lo que señaló la funcionaria durante la conferencia de prensa encabezada por el intendente Pablo Javkin en el Cemar, en la zona de La Florida se impidió el acceso al embarcadero para evitar posibles cruces de lanchas a las islas en horarios no permitidos.
Con ese fin se estableció un punto fijo de control en el playón de estacionamiento del balneario -frente a la bajada Escauriza- desde donde también en conjunto con la Policía se hizo retirar a grupos de jóvenes que acudieron con esas intenciones.
Labayru precisó que se controlaron guarderías náuticas -no observándose ninguna operativa en horarios indebidos-, a lo que se sumó el bloqueo del embarcadero público y la coordinación de acciones preventivas con Prefectura Naval Argentina.
La realización de fiestas y encuentros masivos en las islas enfrente a Rosario y a Granadero Baigorria ha provocado numerosas aglomeraciones a lo largo de los últimos meses. A pesar de que son efectuadas al aire libre, de acuerdo a los registros grabados, es evidente que no se respeta el distanciamiento ni el uso correcto del barbijo.