La investigación por el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner continúa a buen ritmo. Este viernes se le tomó declaración indagatoria a Nicolás Gabriel Carrizo, sindicado como el jefe de la banda de “los copitos”. En su declaración el joven aseguró no estar involucrado en el atentado, pero la jueza mostró los mensajes que lo complican.
Según informó la agencia Télam se trata de una conversación que Carrizo mantuvo por whatsapp con su hermanastra pocas horas después del intento fallido de Sabag Montiel de matar a Cristina Fernández de Kirchner:
- Nicolás Gabriel Carrizo: Andrea, el arma es mía.
- Andrea: No está a tu nombre Gaby.
- Carrizo: No, pero aparecen mis huellas.
- Andrea: Gaby no quedan tus huellas. No te comas la cabeza. Tiene la huella del otro chabón.
- Carrizo: Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo.
- Carrizo: Estamos decididos a matarla a la puta esa.
- Andrea: Pensá en tu hermano Gaby (su hermano tiene problemas psiquiátricos).
- Carrizo: Cristina tiene miedo, salió mal pero tiene miedo.
- Andrea: Pensá en Facu (el hermano).
- Carrizo: Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional Andrea... Estuvo muy cercaaa. Fallo el arma. No lo entiendo, andaba bien.
- Carrizo: Mira no se si es una buena noticia pero el arma con la que intento ponerla no es la mía, yo le di un 22 corto... recién hable con la novia y la tiene ella así que mañana la vamos a ocultar y vamos a ir a Crónica a hablar.
Tras informarle que estos mensajes eran los que lo incriminaban como parte de la organización, Carrizo se puso a llorar y aseguró: "Acá es donde le quiero explicar para sacar malos entendidos. Le estaba haciendo una joda a mi hermanastra, voy a parecer un gil, le estaba haciendo creer que era parte de esto, no fue real".
"No estaba vinculado con Brenda ni con «Nando» (Sabag Montiel) y ahora entiendo porque estuve en el calabozo, por esa mierda que dije, les juro que fue mentira. Me la mande con hacer esa joda, yo siempre jodo así. Yo les quiero decir que, si voy preso por una pelotudez, es que yo me pegó un tiro, yo nunca pensé que esto iba a terminar vinculándome", continuó hasta romper en llanto.
"Yo se lo juro por dios, yo lo que quería hacerles creer a Andrea y a mi hermanastro era que esto era un plan, con fines de joder, hacer show, no era en serio, no existe esa arma no hay nada. Investiguen, fíjense, yo nunca estuve cerca ni de la casa de Cristina. Vine acá con los celulares, yo no tuve nada que ver", agregó.
Una hipótesis que manejan los investigadores es que el arma a la que se hace referencia en los intercambios de WhatsApp realmente existió y que Carrizo, junto con Uliarte, se encargaron de descartarla el día posterior al ataque cuando se encontraron y comenzaron un periplo que terminaría en la entrevista televisiva.
En su indagatoria Carrizo aseguró que trataba a Sabag Montiel y a Uliarte hace pocos meses, que los conoció en una fiesta que el mismo organizó y que luego le ofreció trabajo a él en su grupo de vendedores de copos de nieve: fue allí que explicó que les cobraba una suerte de canon y los proveía de los insumos y elementos para la venta.
Carrizo, detenido desde el último miércoles, está acusado de "haber tomado parte, prestando su acuerdo y cooperación, junto con, cuanto menos, Femando André Montiei Sabag, Brenda Uliarte y Agustina Mariel Díaz, en la planificación del intento premeditado de dar muerte a Cristina Fernández de Kirchner".
"Intervino de forma activa en la planificación del suceso, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre .22 corto, la cual finalmente no fue la empleada para concretar el delito planificado. Tal circunstancia se desprende de los mensajes mantenidos entre el aquí compareciente y ´Andrea´, como así también con otros contactos", según surge de la imputación que le leyeron.
Además, fue acusado por "haber falsificado o participado en la falsificación de los certificados de discapacidad", algo que surge de los mensajes detectados en su celular con el propio Sabag Montiel, el atacante de la Vicepresidenta, a quien tenía agendado como "Nando".