El viernes pasado, en medio de las largas y preocupantes colas de jubilados en las puertas de los bancos de Rosario, llamó la atención que una mujer había cubierto todo su rostro con una bolsa común de nylon, seguramente a falta de barbijo para protegerse del covid-19. Pero comparado con los objetos que ha utilizado mucha gente alrededor del mundo por estos días, lo de la señora queda minimizado.
En Twitter, la red social en la que hay un festival de memes por estos días y que de alguna manera sirve para no tomar con tanto dramatismo el encierro, se armó un hilo con las formas más insólitas de “protección” del coronavirus.
Allí se van observando todo tipo de objetos que protegen boca, nariz, cara, cabeza y hasta el extremo de cubrir todo el cuerpo de personas que concurren a lugares públicos y temen el contagio de coronavirus.
Bolsas, cobertores, botellas, zapatillas (sí, un hombre de colocó una zapatilla en la cara), caretas, disfraces, ropa interior, tubos de oxígeno, protectores femeninos, veladores, sombrillas y todo lo que el ingenio y la desesperación puedan determinar.