Álvaro y Sylvia Fernández, una pareja del sur de California, en Estados Unidos, murieron con solo unas horas de diferencia tras contagiarse de coronavirus. Ambos vivían en Loma Linda, una localidad del condado de San Bernardino, 50 kilómetros al este de Los Ángeles.

"Mi hermano y mi cuñada eran muy cercanos", dijo Salvador Fernández, hermano de Álvaro, a medios locales. "Eran novios de preparatoria. Habían estado juntos desde que ella tenía 15 años", agregó.

La familia de la pareja asegura que ninguno de los dos se había vacunado, ya que dudaban de la eficacia de las vacunas y querían esperar a que hubiese más investigación sobre ellas. Sin embargo, esta decisión les costó la vida y ambos fallecieron el pasado 19 de diciembre.

Álvaro, de 44 años, y Sylvia, de 42, comenzaron a desarrollar síntomas compatibles del coronavirus unos días antes. Ambos dieron positivo y solo unos días después murieron por complicaciones derivadas del virus.

Álvaro y Sylvia Fernández murieron por coronavirus con tan solo horas de diferencia.

La pareja llevaba casada 25 años y fruto de su relación tenían cuatro hijos, entre ellos dos mellizos de 17 años. El hombre tenía problemas de salud subyacentes como la diabetes, según explicó a SkyNews un familiar.

El pedido de la familia


 

La trágica muerte de esta pareja hizo que la familia tomara conciencia sobre la importancia de la vacuna contra el coronavirus, por lo que a partir de esto quieren que su situación sirva de ejemplo para el resto de personas que todavía duda de la necesidad de las vacunas.

"Esto es una especie de revelación para todos los miembros de mi familia de que quien no esté vacunado definitivamente debería recibir sus vacunas", aseguró la hermana del fallecido, que junto a otros familiares iniciaron una recaudación de fondos para ayudar a mantener a los hijos que quedaron huérfanos.

Estados Unidos es el país más golpeado del mundo por la pandemia de covid-19, con más de 54,2 millones de contagiados desde que comenzó la pandemia y más de 824.000 fallecidos. Hasta el momento, aproximadamente el 62% de la población estadounidense cuenta con la pauta completa de vacunación.