Una enfermera de 51 años murió en los brazos de su esposo el último 1 de abril en su casa de Basildon, ciudad de Inglaterra, tras contagiarse de coronavirus en el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Según relató su pareja Kevin Tanner en Facebook, Laura falleció mientras esperaba a los paramédicos con una desesperante falta de aire. El equipo de emergencias llegó 10 minutos después y, pese a que intentaron reanimarla durante una hora, la mujer quedó sin vida.
"Ha pasado 1 semana desde que nuestras vidas cambiaron y volvieron nuestros mundos al revés después de perder a la más maravillosa, cálida y fantástica esposa y madre que podríamos haber deseado. Todavía estamos en shock y devastados y nuestros corazones están rotos", escribió Kevin el 8 de abril en su cuenta, según publicó Crónica.
Tanner contó en posteos de la red social, donde además compartió fotos y videos de su esposa, que el virus también infectó a su hijo de 13 años. Durante dos semanas, madre e hijo experimentaron los síntomas pero, con el correr de los días, la salud de ambos mejoraba.
Sin embargo, en un determinado momento la temperatura de la enfermera se elevó hasta 40 grados y respirar se convirtió para ella en un esfuerzo casi imposible. "Fue horrible, todavía tengo pesadillas... Llamé a emergencias y me senté con ella pero su respiración se hizo cada vez más superficial. Sus ojos se volvieron pequeños y pude verlo, pasó, ella se fue... En poco tiempo la enfermera que dedicó 10 años de su vida a salvar vidas se fue", narró Kevin.
Según los reportes del personal médico del NHS, el acceso al equipo de protección empeoró en las últimas tres semanas hasta para quienes trabajan en las áreas de alto riesgo. Para ellos, muchas veces se volvía inaccesible ponerse batas desechables de manga larga y visores faciales de rostro completo.