La Asociación Rosarina de Fútbol decidió este jueves suspender la fecha de este fin de semana en todas las categorías, luego del episodio ocurrido el sábado pasado en la cancha del club Pablo VI cuando un chico de ocho años recibió un impacto de bala perdida en circunstancias que se investigan.
Mientras Benjamín, el nene baleado, sigue internado en grave estado en el hospital de Niños Víctor J. Vilela, la mesa directiva de la Asociación Rosarina realizó este jueves a la noche una asamblea en la que definió la suspensión de los partidos en reclamo de mejores condiciones de seguridad y en solidaridad con la familia del chico.
En diálogo con los medios de comunicación presentes en la sede de la entidad, el presidente de la asociación, Mario Giammaría, expresó que todos los clubes repudiaron el hecho “unánimemente”.
“No creemos que la suspensión sea una solución, pero es un gesto para manifestar nuestra disconformidad con estos hechos. Esperamos respuestas efectivas, pedimos que no sea un número más en una estadística”, expresó el dirigente sobre el caso de Benjamín.
Además, los dirigentes plantearon en la reunión de este jueves su preocupación por los robos en instalaciones de clubes y asaltos a los chicos que asisten.
Convocatoria en el Concejo
El tema de las balaceras también se discutió este jueves en la sesión del Concejo. El cuerpo deliberativo local convocará al Ministerio de Seguridad y otros organismos por las diversas balaceras registradas en Rosario. La iniciativa retoma estadísticas sobre el tema y establece que hubo 16 casos de menores baleados en el primer semestre del año.
El proyecto de la concejala Norma López convoca a una reunión a la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, a Seguridad Comunitaria de la Provincia de Santa Fe, al Ministerio de Seguridad, a las áreas de Asistencia a las Víctimas, Niñez y Salud municipales y provinciales para evaluar y analizar las políticas públicas de prevención en seguridad y contención a las personas tras las balaceras registradas en Rosario.
“Según estadísticas en el 2017 ingresaron 23 niños baleados en el Vilela, en 2018 hubo 17 casos y en primer semestre de 2019 ya son 16. Estos números, fríos en sí mismos, hablan de niños y niñas menores, la mayoría de entre 10 y 14 años. El 44% fue alcanzado por proyectiles en el distrito oeste,y el 38% en zona sur. Es una situación terrible y alarmante”, señaló Norma López.
En ese sentido, remarcó que “la gravedad de los hechos implica una responsabilidad en cuanto a las políticas de prevención, protección y cuidado de la niñez, las cuales no han sido suficintes ni efectivas”.
Por otra parte, la concejala López aseguró que “una de las principales causas es la cantidad de armas de fuego ilegales que circulan en las calles”.
“De acuerdo a un informe elaborado por la Central de Información Criminal Operativa, del total de armas decomisadas en el primer semestre del año, 288 fueron rovólveres y 219 pistolas. El resto de lo decomisado se compone de las llamadas tumberas y armas caseras. Es llamativo que en o que hace a pistolas, las mayoría sean 9 milímetros, un arma de uso de la fuerzas policiales”, concluyó López.
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