Este viernes comienza el juicio por la picada mortal en la que fallecieron un padre y su hijo, David y Valentino Pizorno en 2021. Los imputados, Germán Schoeller y Pablo Mancini, protagonizaron la carrera en el marco de la cual, uno de los coches embistió al auto de las víctimas. La Fiscalía solicita una condena de 18 años y la querella 20 años.
Desde Cada Día (El Tres), Cintia, la esposa y madre de David y Valentino, sostuvo: “Pedimos una pena de 20 años, esperamos que sea lo mejor posible, que reciban “la mayor cantidad de años posible para que se queden adentro”. Consultada por la continuidad de picadas en la ciudad, manifestó: “No lo puedo entender por qué salen a matar a la gente y atentan contra sus vidas. Un auto puede ser un arma”.
La mujer recordó que la noche del hecho “íbamos a llevar a Valentino a la casa de mis padres, mirá cómo terminanos –lamentó–Me pone muy mal”, señaló.
Los imputados Germán Schoeller y Pablo Mancini llegan a juicio en prisión. Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) los fiscales Walter Jurado y Valeria Piazza Iglesia ya habían adelantado que pedirían una pena de 18 años de cárcel y una inhabilitación para manejar de 10 años –máximo establecido por ley– para ambos.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), Piazza Iglesias manifestó: “Los dos acusados venían realizando pruebas de velocidad y destreza a altísima velocidad, inclusive más alta de la permitida en una autopista y a llegar a la intersección con calle Ayacucho, sin frenar, pasando el semáforo rojo intermitente embiste al auto conducido por las víctimas ocasionándole la muerte al papá y al hijito y lesiones graves a la madre”.
Y continuó: “Por otro lado, venía corriendo el otro auto, haciendo pruebas de velocidad y destreza, y la Fiscalía entiende que ambos son responsables del resultado dañoso a pesar de que el otro auto no produjo la muerte porque el aporte que hace es fundamental para el resultado. Entoces hoy, ambos afrontan un juicio por el delito de homicidio simple con dolo eventual, dos víctimas fatales y dos heridos, la esposa sobreviviente y el acompañante del conductor que no atropelló, lo tenemos como víctima por el gran shock emocional”.
De acuerdo a la investigación, Mancini circulaba en un C4 a 134 kilómetros por hora mientras que Schoeller iba a 124 en su Sandero.
Según la imputación, Schoeller fue quien impactó contra el C3 en el que circulaban David Pizorno, su pareja Cintia Díaz –que sufrió graves heridas– y el hijo de ambos, Valentino.
Los fiscales afirmaron en la audiencia preliminar de la causa que la carrera de velocidad comenzó entre 300 y 400 metros antes del lugar donde ocurrió el siniestro vial fatal. "De ninguno de los dos hay frenada en la esquina", remarcó por entonces Piazza Iglesias.