Una investigación periodística sobre consumo de drogas en mujeres embarazadas reveló un aumento alarmante de bebés que nacen con síntomas de abstinencia, malformaciones y retrasos por la exposición, durante la gestación, a las sustancias. El relevamiento contempla cifras de Rosario, a partir de casos registrados en la Maternidad Martin y en el Hospital Roque Sáenz Peña. Y hospitales de Santa Fe, provincia de Buenos Aires y Córdoba.
La ONG Ruido, dedicada a investigaciones periodísticas, realizó durante seis meses un relevamiento en maternidades de Rosario, y concluyó que, en cinco años, crecieron 189 por ciento las muestras positivas de bebés con secuelas relacionadas con consumo de drogas de las madres.
“Las principales maternidades de las tres provincias más grandes del país registran un aumento significativo de muestras positivas tanto en embarazadas como en recién nacidos. Referentes de esos centros aclaran que esta suba puede darse por dos motivos: por un lado, más mujeres consumen sustancias de abuso. Por otro lado, estos casos se detectan más”, señala el informe.
En Rosario, la maternidad Martin –el centro público con más partos en la ciudad más habitada de la provincia de Santa Fe– registró un aumento significativo. En 5 años, las muestras positivas en embarazadas crecieron un 189 por ciento.
En 2019 se reportaron 3.169 partos, de los cuales 28 mujeres estuvieron expuestas a drogas (el 0,9%). En 2023 se asistieron 3.129 nacimientos, de los cuales 81 fueron madres positivas para alguna sustancia de abuso. El porcentaje subió al 2,6 por ciento. Allí se registran alrededor de siete casos por mes.
“Pensamos que además de aumentar el consumo, mejoró nuestro registro”, indicó Gabriela Puig, jefa de esa maternidad.
También en Rosario –en el hospital Roque Sáenz Peña– el 1,7 por ciento de los niños y niñas nacen expuestos al menos una droga de abuso. En 2023 se asistieron 1.361 partos, de los cuales en 24 se encontró una sustancia o más.
Según el informe, la cocaína es la sustancia que más se detecta en las muestras de embarazadas y bebés en las principales maternidades del país. Además, es la que más síntomas provoca en el recién nacido (un llanto persistente o irritabilidad). Eso llama la atención a los pediatras y los motiva a pedir estudios. También se han reportado muestras de marihuana, y en pocos casos, LSD, dice el informe de Ruido.
En el caso de la cocaína, es frecuente el consumo en “pipa”, una modalidad altamente nociva que “explotó” desde hace cuatro años con profundas consecuencias sociales y de salud mental.
“Muchas madres no saben lo que consumen. Te dicen marihuana, pero en los estudios también sale cocaína porque circulan muchas sustancias que no son puras”, explicó Vanesa Ríos, jefa de Neonatología de la Maternidad Martin. En tanto, Puig alertó que “hay una idea errónea de que consumir marihuana no hace nada”.
La ingesta de alcohol, drogas o medicamentos no recetados durante el embarazo provoca consecuencias alarmantes en los recién nacidos.
Aunque no existe un diagnóstico específico, estos niños pueden presentar desde decaimiento hasta irritación extrema. Todo depende de la cantidad, calidad y frecuencia de lo consumido durante la gestación.
Cecilia Criscione, pediatra del hospital Iturraspe de Santa Fe, explica que las consecuencias pueden darse a corto y largo plazo.
Las complicaciones más visibles son aborto, muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer, alteraciones cardíacas e intestinales, malformaciones y síndrome de abstinencia.
El estudio de la Maternidad provincial de Córdoba señala que, muchas veces, esas consecuencias son “irreversibles, pero sí prevenibles”.
En la investigación del hospital cordobés Misericordia, uno de los niños presentó “síndrome de abstinencia neonatal” y tuvo que ser medicado con fenobarbital.
“Algunos lloran todo el tiempo, otros nacen deprimidos con Apgar menor a siete”, explica Norma Guzmán, coordinadora del estudio del Misericordia. El Apgar es un examen rápido que se realiza al primer y quinto minuto después del nacimiento del bebé y establece un puntaje de acuerdo con distintos parámetros.
La mayoría de las maternidades mantienen a estos niños internados durante siete días y después se decide el alta previa consulta con un asistente social.
Gabriela Puig aclara que muchas chicas conviven con vendedores de drogas: “Su casa es esa también, es su ambiente”, y explica que “también hay fumadoras pasivas de marihuana”.