La pregunta se amplifica a medida que pasan los días sin casos de coronavirus en la ciudad de Santa Fe (que lleva 27) y Rosario (que ya va por once días sin positivos). ¿Por qué a pesar de los buenos resultados epidemiológicos, acaso los mejores del país, las dos grandes ciudades de la provincia no pueden flexibilizar aún más la cuarentena, por ejemplo para el comercio, un sector que ya no puede sostenerse en las actuales circunstancias?
Una de las claves es por cómo se van a mover de un lugar a otro las personas que vayan a trabajar o a comprar a esos establecimientos que por ahora no se rehabilitan.
El transporte público es, entienden las autoridades sanitarias nacionales y provinciales, uno de los principales ámbitos donde se pueden producir contagios de covid-19. Por eso, la apuesta es tratar de sumar actividades sin sumar pasajeros a los colectivos.
Un informe publicado por Rosario3 el sábado indica que el transporte público rosarino estaba trabajando en estos días a un 15 por ciento de lo que era la ocupación previa a la cuarentena. Genera preocupación en el Ministerio de Salud que ese porcentaje empiece a subir, algo complejo de evitar si se va normalizando el movimiento de personas en las grandes ciudades.
Eso explica que en Rosario y Santa Fe, la Nación y la provincia mantengan la decisión de que la reapertura de actividades sea “lenta y gradual”, como definió la secretaria de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, a pesar de que con los actuales reportes epidemiológicos sostener que ambas ciudades tienen circulación comunitaria de coronavirus no suena lógico.
“Rosario y Santa Fe son los grandes aglomerados que, además tienen transporte público y ese es uno de los grandes puntos donde se pueden producir los contagios. Por el momento, esperamos, veremos la semana que viene cómo es la evolución en la provincia”, sostuvo Martorano.
El tema transporte, por caso, fue incluido en los protocolos que deberán aplicar cuatro rubros industriales –calzado, textil, línea blanca, motos- que tras una gestión de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe) fueron autorizados a volver a producir. Las empresas deberán garantizar la manera de que sus empleados lleguen a cumplir sus tareas y regresen a sus casas sin utilizar colectivos.