Pujato, una pequeña localidad ubicada 35 kilómetros al oeste de Rosario sobre la ruta 33, se convirtió en un pueblo Gran Hermano en donde la comuna y la Policía siguen todos los movimientos en las calles mediante 48 cámaras de seguridad que llegarán a 63 en breve.
El presidente comunal Daniel Quacquarini aseguró a La primera de la tarde (Radio 2) que la videovigilancia se montó primero sobre todos los accesos al pueblo de donde es oriundo el técnico de la selección argentina Lionel Scaloni. Después se sumaron otros puntos neurálgicos.
Los equipos de seguridad permiten leer patentes de los vehículos y eso es utilizado para reconocer si tiene un pedido de captura pero también para reconcer si se trata de un habitante del lugar o un visitante.
En el segundo caso, el propio presidente comunal o los policías asignados a las comisaría se encargan de realizar un seguimiento y, si consideran que es sospechoso, interceptar a los foráneos.
"Es muy detectable el que viene para un hecho puntual del que no. Si alguien merodea cuatro veces por la misma manzana, se baja de la puerta de atrás, da una vuelta y dice que está buscando un remedio para la hija y que la hija está en Rosario, eso es sospechoso", contó a modo ejemplo.
Quacquarini agregó que el año pasado cada 15 días robaban una bicicleta. "Hicimos un seguimiento con cámaras y detectamos cuatro veces el mismo vehículo", señaló y aseguró que él mismo fue a constatar las evidencias del caso para llevárlas a la fiscal.
Sobre ese rol que excede en principio la figura de un presidente comunal, analizó: "No me compete pero tengo que acelerar este tema. La Justicia no está a la par de la seguridad, ponen presa a una persona y a las cuatro horas está suelta".
"Si no cambiamos las leyes vamos a tener que trabajar de otra manera y los presidentes comunales vamos a tener que estar en la calle, lamentablemente", agregó.