Julieta Prandi volvió a apuntar contra la Justicia por las causas penales y civiles que le inició a su ex pareja y padre de sus dos hijos. No es la primera vez que la actriz se refiere a la violencia de género ejercida por Claudio Contardi y, por las últimas horas, hizo un pedido desesperado para que establezca una fecha para el juicio por abuso sexual agravado.
Días atrás, la modelo dio detalles sobre la causa y recordó a través de Twitter cuando debió abandonar su casa por la violencia física, psicológica y abuso sexual que sufrió.
En este contexto, al aire de Poco correctos (El Tres), Prandi ahondó sobre lo que precisó en las redes sociales y sostuvo que "cuando se separó pasó todo tipo de miserias". "Son varias aristas, por un lado, está lo penal, porque esta denuncia contra el padre de mis hijos tiene casi dos años que fue cuando yo me animé a hacerla en realidad, porque los hechos ocurrieron mucho antes, y tiene que ver con abuso sexual, entre otras cosas", explicó.
"Esta causa penal pasó por varias instancias, un fiscal ya dijo que tenía que elevarse a juicio, el Juez y la Cámara de Apelaciones también lo dijeron pero pasó a Cámara de Casación, ¿por qué?, porque el padre de mis hijos sigue apelando. Lo cierto es que ya se tiene que fijar una fecha para el juicio porque yo necesito un poco de Justicia", sumó.
En la misma línea, agregó: "A mí me han sometido un montón. La Cámara de Casación tiene que decirle «bueno señor, bánquesela y hágase las pericias que nunca se quiso hacer». A mí ya me las hicieron de parte, oficiales, audiencias, he tenido que ir a ratificar mis denuncias, yo me tengo que seguir revictimizando y él no tiene ninguna consecuencia".
Además, la actriz dio detalles del vínculo de sus hijos con Contardi y señaló: "Ellos no quieren revincularse con el padre y los psicólogos avalan su decisión. Cuando me separé pasé todo tipo de miserias, cuando me fui de mi casa no tenía dinero para bancarme sola porque él retuvo todo mi dinero, entonces alquilaba un departamento y estuve 2 años casi sin conseguir trabajo y sin cobrar un solo peso, endeudándome y bancando todo sola. Los chicos pasaron mucha violencia y no quieren volver a verlo. Están en tratamiento psicológico que, por supuesto, lo necesitan, pero que también lo exige la Justicia".
A modo de conclusión y como lo hizo en otras oportunidades, describió lo ocurrido como "un calvario" y "un infierno". "Primero, me encontré con una depresión tan grande que no quería luchar ni despertarme más. Ahí empecé a replantearme qué hacía y, de a poco empecé a planear la huida que tardó como 3 años. El ultimo año que convivimos fue un infierno y cuando empecé a ver el miedo en los ojos de uno de mis hijos no dudé más y me fui", cerró.