Julio Geres, el papá de Máximo, el chico de 11 años asesinado el fin de semana pasado en una balacera que habría sido contra un punto de venta de drogas en Empalme Graneros, lo que desató una pueblada este lunes, aseguró que la familia tenía "mucho miedo" porque se sentían desprotegidos ante las amenazas de los narcos.
"Hoy a la mañana me levanté y no había nadie", graficó en diálogo con De 12 a 14 (El Tres) para dar cuenta de esa falta de custodia en el barrio el día después de la furia.
Julio dijo que los medios de comunicación estuvieron presentes hasta el lunes a la noche en la zona de Cabal al 1300bis, donde mataron a Máximo e hirieron a otros tres chicos (entre ellos Alexis, un sobrino).
"Se fueron las cámaras a la noche y a los 5 minutos se fue la Policía atrás, nos dejaron a la deriva", denunció.
El hombre que el lunes recibió varios impactos de bala de goma en su cuerpo por el accionar policial en medio de la destrucción de las viviendas asociadas al grupo mafioso liderado por El Salteño dijo que tenía "mucho miedo" y se sentía solo.
"Acá en el barrio no vino nadie (de autoridades nacionales, provinciales o municipales). Todos los vecinos recibimos amenazas de muerte, necesitamos custodia, por lo menos para que camine la gente por la calle", agregó.
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