El multimillonario Elon Musk, cuya fortuna estimada es de 160 mil millones de dólares, decidió vender casi todas sus propiedades para mudarse a una casa prefabricada de apenas 36 metros cuadrados.
El director ejecutivo de SpaceX y Tesla, que suele generar revuelo con sus excentricidades, ya había manifestado sus planes para vender toda su cartera de bienes raíces.
Según confirmó en uno de sus tweets de principios de este mes, ahora vive en Starbase, las instalaciones de prueba de SpaceX en Boca Chica, sur de Texas, en un monoambiente de 36 metros cuadrados con paredes de hormigón recubiertas por una goma espuma.
"Estoy intentando dejar claro lo serio que soy sobre esto. Y no es un tema de consumo personal. La gente me ataca porque tengo todas estas posesiones, todas esas casas. Muy bien, ya no las tendré más", aseguró en entrevistas con medios internacionales.
El empresario comenzó a desprenderse de varias propiedades con el objetivo de acumular todos los recursos posibles para poder sacar adelante su iniciativa de colonizar Marte, un proyecto que desarrolla a través de su compañía aeroespacial.
En mayo del año pasado, Musk había publicado mensajes en Twitter en los que anticipaba que planeaba deshacerse de "casi todas sus posesiones físicas". El proceso de venta de sus propiedades se aceleró desde 2020 cuando salió de varias de sus casas de alto valor, incluyendo la del exclusivo barrio de Bel-Air, en Los Ángeles.
Según el New York Daily News, la última propiedad de Musk fue vendida por 37,5 millones de dólares, mientras la compañía inmobiliaria Gullixson detalla que se trata de una mansión construida cerca de 1912 por un conde francés y que cuenta con un edificio de alrededor de 1.540 metros cuadrados y un terreno de más de 19 hectáreas.
Su nueva vivienda es en una pequeña prefabricada remolcable llamada Boxabl Casita, cuyo precio ronda los 50.000 dólares.
Esta posibilidad había sido insinuada por la propia Boxabl, cuando en noviembre de 2020 señaló que la compañía había sido elegida por la sede que SpaceX tiene en Boca Chica para entregar una de sus unidades.
La Casita puede ser emsamblada para vivir fuera de la red eléctrica, o bien para conectarse a los servicios públicos. También dependiendo de estos detalles, la configuración puede incluir una variedad de costos adicionales.
Las paredes, el piso y el techo son paneles laminados estructuralmente con una clasificación de aislamiento y durabilidad más alta que todo lo demás en el mercado tradicional de construcción de viviendas.
La estructura es resistente a huracanes, tormentas e inundaciones y con una clasificación del 90% para la nieve. Es barata de mantener y se puede hacer incluso más barato mediante paneles solares, baterías de respaldo y tecnología inteligente.