El presidente Alberto Fernández visitó el sábado Chubut para recorrer las zonas que fueron afectadas por los incendios que se desataron en la región en estos últimos días, pero la comitiva oficial debió volver antes de lo previsto luego de que, en dos ocasiones, personas atacaran a piedrazos la camioneta que transportaba al jefe de Estado.
La primera agresión fue justo luego del aterrizaje, en el trayecto hacia el centro de operaciones de Lago Puelo, mientras que la segunda ocurrió cuando el mandatario naiconal salió desde ese centro en donde se reunió con autoridades y periodistas.
Dada la agresividad de los ataques, Alberto Fernández no pudo continuar con la agenda que tenía programada y regresó a Buenos Aires de manera anticipada.
Tras los disturbios, el ministro de Seguridad de Chubut Federico Massoni responsabilizó por lo sucedido a la Casa Militar, ya que todo el operativo para cuidar al Presidente estuvo "a su cargo", y aseguró que la policía provincial no intervino en el mismo.
Massoni sostuvo que él recibió "un itinerario falso" ya que, por ejemplo, no sabía que Alberto Fernández y el gobernador local Mariano Arcioni "iban a ir al Centro Cultural".
A pesar de esto, sostuvo que decidió enviar "130 oficiales" a los que no "dejaron participar" de la custodia.
"No solo no nos avisaron, sino que por el informe que me firma comisario general Alonso, todas las acciones entorpecieron cualquier propuesta que nosotros pudiéramos llegar a hacer para proteger la ayuda del jefe de Estado", expresó Massoni durante una conferencia de prensa en la sede de la Jefatura de Policía del Chubut.
El funcionario también apuntó contra el intendente de Lago Puelo Augusto Sánchez y contra el diputado nacional Santiago Igon, a quienes acusó de haber modificado la agenda de los mandatarios para incluir una visita al Centro Cultural "sabiendo que estaban todos los manifestantes" esperando.
"Siempre en la visita de un Presidente la responsabilidad de la custodia es de la Casa Militar, y la Policía del Chubut colabora cuando se le solicita", insistió.
"En este caso, aunque no nos pidieron nada, enviamos 130 efectivos policiales, que se destinaron a cubrir el itinerario, que directamente llevaron al presidente Fernández y al gobernador Arcioni a la boca del lobo. Se modificó el itinerario y no los notificaron", remarcó.
Por último, el ministro consideró que los incidentes fueron parte de "una página oscura que no tiene perdón", protagonizada por "30 energúmenos" que estuvieron "encabezados por un funcionario de Sánchez, el director de Hábitat de Lago Puelo".
Todo ocurrió cuando Alberto Fernández fue recibido por el gobernador en un predio deportivo del municipio de Lago Puelo, junto a los intendentes de la Comarca Andina, diputados y funcionarios provinciales, y luego abordó el minibús con el que recorrió la zona del incendio.
Antes de que aterrizara el helicóptero presidencial, Arcioni (que estaba en un sector aislado de los visitantes) ya recibía insultos de parte de los manifestantes.
Cuando la aeronave tocó suelo chubutense, los asambleístas se hicieron sentir y se interpusieron en el recorrido del vehículo en el que se movilizaba la comitiva, al que atacaron con golpes y pedradas, en medio de insultos.