El juicio por la muerte de Diego Maradona comenzará el próximo 4 de junio. Los ocho acusados serán juzgados por homicidio simple por dolo eventual y podrían recibir una pena de hasta 25 años de prisión.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal Oral Criminal 3 de San Isidro fijó esa fecha de inicio del juicio que tiene –entre otros– al neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov como acusados.
Según la agenda fijada las audiencias serán los días martes, miércoles y jueves de cada semana y se prevé escuchar a más de doscientos testigos.
En la prueba aceptada por el TOC3 está la realización de una nueva pericia médica tal cual habían pedido sobre todo los abogados de Luque y Cosachov, Julio Rivas y Vadim Mischancuh, respectivamente.
Hasta el momento, la única junta médica realizada fue la que determinó que la atención médica fue “inadecuada, temeraria y deficiente” y por eso es tan cuestionada por las defensas.
Los jueces hicieron lugar al pedido de la Fiscalía para hacer una inspección ocular durante el juicio en la casa de Tigre donde Maradona permaneció las últimas semanas con vida luego de la operación de un hematoma subdural.
Al contrario, rechazaron el pedido para que los ocho acusados sean jugados por un juicio por jurados tal cual había solicitado el abogado Rodolfo Baqué, defensor de la enfermera Daiana Madrid.
La causa
Maradona falleció a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 y la autopsia determinó que su deceso se produjo como consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada". También se descubrió que tenía una "miocardiopatía dilatada”.
El ídolo argentino, quien además padecía problemas de adicción al alcohol, había sido ingresado en una clínica de la ciudad de La Plata el 2 de noviembre de 2020, por un cuadro de anemia y deshidratación, y un día después fue derivado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde lo operaron de un hematoma subdural.
El 11 de noviembre de ese mismo año recibió el alta y se trasladó a una casa en un barrio privado de Tigre, donde estaba al cuidado de un grupo de médicos y enfermeros, pero finalmente falleció dos semanas más tarde.
Al momento de morir, Maradona estaba dirigiendo a Gimnasia de La Plata, donde había asumido su cargo en septiembre de 2019.