Para el jefe de Policía de Rosario, Adrián Forni, es necesario un patrullaje de contacto y endurecer sanciones porque los delincuentes han perdido cualquier atisbo miedo o precaución frente a la autoridad. Para más ejemplo: este martes cayó otra vez aquel motochorro que en enero pasado protagonizó una persecución de película durante más de 40 cuadras. Esta vez no robó, como lo había hecho en aquella oportunidad, pero se lo vio conducir una moto cuando había acordado no hacerlo con la Justicia.
“Hoy a los delincuentes no les asusta nada”, apuntó Forni en contacto con el programa A diario (Radio 2). Señaló que ya ni siquiera las balizas de los patrulleros imponen autoridad en la calle y opinó que sólo podría inspirar, al menos algo de cautela, la perspectiva de una condena fuerte y efectiva.
En tal sentido dijo que hay muchos jóvenes que arrebatan, como el motochorro de la persecución, porque “saben que es un delito menor y pueden jugar con ciertos márgenes”. “Hay mucha reincidencia, rebeldía”, agregó.
Para Forni, es esencial fortalecer el patrullaje policial, pero con contacto. Ya no basta el recorrido desde los patrulleros. “Hoy hay que tener contacto, tenemos que tener proactividad más fuerte para que de verdad se sienta la presencia policial, trabajar con cacheos e identificaciones porque la baliza ya no alcanza”, observó.
Finalmente, anticipó que próximamente se sumarán 200 agentes a la Brigada motorizada, al Comando Radioeléctrico y a Infantería.